Papá Noel está en apuros. A un mes de la Navidad hay que recordar que circulan por Europa miles de potenciales regalos fake. De hecho, según el último informe de la EUIPO, la Agencia Europea de la Propiedad Intelectual, casi el 46% de los incautaciones de productos falsificados en Europa el año pasado fueron juguetes. Un problema no sólo para las empresas fabricantes (que así pierden ingresos), sino que muchas de estas copias falsas, sin garantía alguna, pueden suponer un problema de salud pública. En particular para los más pequeños.
El II Foro Europeo de Propiedad Intelectual ha reúnido a varios expertos en Barcelona
Y es que la percepción que el consumidor europeo sobre las falsificaciones es ambigua. Las mismas fuentes consideran que que 1 de cada 3 europeos (31 %) considera aceptable comprar productos falsificados cuando el precio del original es elevado, alcanzando la mitad (50 %) en el caso de los consumidores más jóvenes, de entre 15 y 24 años.
“Es una barbaridad”, exclama Harrie Temmink, del Observatorio de la EUIPO, ante la platea del II Foro Europeo de Propiedad Intelectual que ha tenido lugar por segundo año consecutivo en Barcelona, esta vez en Casa Fuster. Este seminario, organizado por Andema (Asociación para la Defensa de la Marc), asociación que preside Rosa Tous, ha reunido a varios expertos en la capital catalana para hacer el punto de la situación del sector.
En 2023, se incautaron más de 152 millones de artículos falsificados en las fronteras de la UE
El boom del comercio online, el papel de las recomendaciones no siempre correctas de los influencers, acuerdos de licencias poco claros y permisividad por parte de los autoridades han contribuido a que la plaga en los últimos años se haya intensificado.
En 2023, se incautaron más de 152 millones de artículos falsificados en las fronteras de la UE y en el mercado interior de la UE en conjunto, con un valor minorista estimado de aproximadamente 3.400 millones de euros. Esto representa un aumento del 77 % en términos de artículos falsificados incautados (86 millones en 2022) y un aumento del 68 % (2000 millones de euros) en términos de valor total estimado de los productos falsificados incautados en la UE en 2023 en comparación con 2022.
En las distintas ponencias, los expertos han destacado como existe un problema cultural de sensibilización ante la falsificación. Temmink incidía en los peligros potenciales para la salud pública, además de que este dinero acabe financiando actividades criminales y que causa una pérdida de empleos y de ingresos tributarios. Pablo Enrique Rodríguez, director de la Policía Municipal de Madrid, calculó que cada manta (espacio abusivo del llamado comercio ilegal del top Manta) con sus productos falsificados en la calle supone un coste, entre ocupación de espacio público, falta de impuestos y desventaja comparativa respecto a la venta legal que alcanza mínimo 10.000 euros en las grandes ciudades. Basta con imaginar lo que ocurre cuando hay más de una manta tumbada en la acera, para darse cuenta de la factura que supone para las administraciones.
A propósito de ciudades, Barcelona ha anunciado que entrará a formar parte de la red de ciudades europeas Autenticiudad, con el objetivo de prevenir las falsificaciones, así como organizar campañas para sensibilizar la ciudadanía sobre esta lacra.