Nvidia, convertida en la empresa de mayor capitalización del mundo, continúa triturando los récords de ingresos. Sin embargo, Wall Street quiere todavía más porque su apetito parece insaciable.
El fabricante de microchips para la inteligencia artificial (IA), el filón de oro del presente, es la gran sensación del momento. Este último año ha incrementado su valor de mercado en 2,5 billones de dólares y ha destronado a Apple como la empresa tecnológica de mayor valor. Su éxito, sin embargo, hace que los inversores se plateen cuanto tiempo va a durar esto.
La empresa líder de la IA anunció este miércoles anunció que tuvo unas ganancias en el tercer trimestre de 19.309 millones de dólares (un 109 % más interanual en relación a los 9.240 millones de hace un año) gracias a unos ingresos récord de 35.082 millones, un 94 % más en comparación a hace doce meses, sobrepasando las estimaciones realizadas por la empresa en agosto (32.050 millones). Las ganancias aumentaron un 106% en el periodo entre agosto y octubre.
Esto hace que el beneficio neto acumulado sea de 50.789 millones de dólares en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, un 190 % más interanual, mientras que los ingresos sumaron 91.166 millones de dólares, un 134,8% más.
Estos resultados son la última prueba de que las empresas continúan vertiendo miles de millones de dólares en tecnología de IA generativa. Los microchips de Nvidia, que pueden realizar cientos de tareas al mismo tiempo, son comprados para impulsar chatbots, escribir códigos de software o descubrir nuevos medicamentos.
“La era de la IA está en pleno apogeo, impulsando un cambio global hacia la computación de Nvidia”, afirmó Jensen Huang, director ejecutivo de esta compañía.
“La demanda de Hopper y la expectación por Blackwell (dos chips de IA de alto rendimiento en plena producción) son increíbles a medida que los creadores de modelos básicos amplían el preentrenamiento, el postentrenamiento y la inferencia”, aseguró.
La expectación ante los resultados ha sido máxima, y las acciones de Nvidia han subido más de un 20% en los dos últimos meses. El valor casi se ha cuadruplicado en 2024 y se ha multiplicado por más de nueve en los dos últimos años.
Aunque la demanda de los chips de la empresa, que constituyen el cerebro de los complejos sistemas de inteligencia artificial generativa, se está disparando, los problemas en la cadena de suministro han dificultado que la compañía obtenga los grandes beneficios que la han convertido en la favorita de Wall Street.
La empresa registró unos beneficios ajustados en el tercer trimestre de 81 centavos por acción, frente a las estimaciones de 75 centavos por acción. Pese a esta mejora, sus títulos fueron a la baja este miércoles al conocerse los resultados.
Esto se debió a que Nvidia pronosticó unos ingresos para el cuarto trimestre (de noviembre a enero) ligeramente por encima de las estimaciones, pero un tanto decepcionantes ante las elevadas expectativas de algunos inversores.
La compañía de Santa Clarita prevé unos ingresos de 37.500 millones de dólares, más o menos un 2%, para ese próximo periodo, frente a la estimación media de los analistas de 37.090 millones de dólares. Esta previsión no cumplió con las expectativas más altas, lo que demuestra, según los analistas, que su vertiginoso crecimiento impulsado por la IA tiene sus límites.
Según esta consideración, las perspectivas sugieren que el entusiasmo por la inteligencia artificial puede estar superando la realidad. Huang no lo ve de la misma manera.
