Los mercados de Estados Unidos celebran la barrida roja republicana. El índice Dow Jones subió este miércoles más de 1.500 puntos, su mayor alza diaria en dos años, y se anotó un récord histórico, con una revalorización del 3,57%. Los inversores apuestan a que la menor presión fiscal y la mayor desregulación anunciadas por la nueva administración incrementarán los beneficios de las empresas. Trump quiere rebajar el impuesto de sociedades del 21% al 15% para estimular las ganancias.
La subida fue generalizada. En particular, el sector de la energía (petróleo, gas) se sumó a la fiesta ante la perspectiva de menores restricciones medioambientales. Buenas noticias también para el sector farmacéutico, ya que desaparecen los temores de que se fijen los precios de los medicamentos recetados. Según la gestora Carmignac, “para el sector tecnológico las expectativas son más dispares, dado que las tensiones comerciales con China podrían afectar negativamente las cadenas de suministro mundiales de firmas como Nvidia o Apple”. A destacar en cambio la subida de Tesla (más del 12%), la empresa de Elon Musk, destinado a ser una figura preeminente del segundo mandato de Donald Trump.
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La cara oculta de la moneda se vivió en Europa. Los mercados viraron al rojo, con el Eurostoxx 50 que retrocedía casi un 1,5%. En este caso, se teme por el impacto que tendrá el anunciado incremento de los aranceles a las exportaciones europeas (+10%), que afectará a las ventas de las firmas europeas que venden allí. “Si el programa de Trump es aplicado, tendrá consecuencias devastadoras para Europa, con riesgos para su crecimiento y para la inflación”, dijo Lionel Melka de Swann Capital.
En esta óptica, hay que señalar el retroceso del euro de casi un 2% respecto al dólar. En efecto, el billete verde tiene puntos para beneficiarse, por lo menos a corto plazo, por el nuevo curso trumpista. Los analistas apuntan a que el mandatario, con sus políticas expansivas, va a disparar el déficit fiscal y la deuda. De hecho, la renta fija ya ha empezado a ofrecer mayores rendimientos: un imán para los inversores de bonos.
La deuda estadounidense a 30 años cotizaba en el 4,66%, tras registrar su mayor subida desde el 2020. A largo plazo, puede ser un problema para la sostenibilidad de las cuentas públicas, pero los inversores no están todavía en estas tesituras. Aquí hay otro efecto pernicioso de la trumpeconomics: estas políticas son susceptibles de reavivar la inflación, lo que frenaría el actual ciclo de bajadas de tipos de interés de la Reserva Federal. En este contexto, las entidades estadounidenses pueden recuperar margen financiero. De allí la subida en bolsa de la banca en el Dow Jones.
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Otra moneda está de celebración, esta vez virtual: el bitcoin. Superó los 75.000 dólares. “La victoria de Trump representa una oportunidad para los entusiastas y creyentes de los criptoactivos”, señalaba Javier Molina, analista de eToro. La perspectiva de un mayor apoyo regulatorio “podría incentivar a grandes instituciones a volcarse hacia el bitcoin, y, con ello, aumentar la demanda y el valor de este activo”.
En España, el Ibex 35 cerró la sesión con una caída de casi el 3%, su mayor retroceso en 20 meses. Las empresas españolas descuentan varias debilidades. Tal como señalaba en una nota Javier Cabrera de XTB, hay que destacar la presión vendedora sobre Inditex (que fabrica en China y puede salir perjudicada por más aranceles), el BBVA y el Santander (que tiene negocios en el país fronterizo de EE.UU., México, susceptible de padecer las nuevas políticas migratorias de la Casa Blanca) y del sector renovables (Solaria, Acciona Energía), puesto que puede haber un menor interés en la energía verde tras el giro de Trump.
“Hoy el proteccionismo se usa como una forma barata de nacionalismo. Debemos tener cuidado con los demagogos que están dispuestos a librar una guerra comercial contra nuestros amigos, debilitando nuestra economía, mientras ondean cínicamente la bandera estadounidense”. Palabras del republicano Ronald Reagan, expresidente de EE.UU., en 1988. El mundo ha cambiado.
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