El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado este lunes contra el modelo basado en la “asfixia fiscal” y el “expolio” que según él aplica el Gobierno. El político se ha referido así al que cree que es el modelo de Pedro Sánchez ante un auditorio repleto de empresarios, en el congreso anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), en Santander.
“Un país no puede prosperar en base a una asfixia fiscal y el expolio de quien produce riqueza”, ha asegurado. Como contrapunto, ha planteado que si llega a ocupar la Moncloa y cuenta con una mayoría en el Parlamento, “habrá una reforma fiscal a la baja, como estamos haciendo en todas las comunidades autónomas donde gobernamos”. Es una idea que lleva reiterando desde hace años en sus comparecencias en el IEF.
“Las subidas fiscales han sido y siguen siendo imparables, con 81 incrementos de impuestos y cotizaciones” durante el Gobierno de Sánchez, ha detallado, “exprimiendo para pagar excesos y desaciertos”. “A base de cada vez más impuestos y deuda puede gobernar cualquiera”, ha criticado. Feijóo también se ha mostrado en contra de “obligar a las comunidades autónomas a reponer los impuestos de sucesiones y donaciones”, criticando asimismo el Plan de Consolidación que apunta a más incrementos fiscales.
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Los paralelismos entre empresa y Gobierno: de la deuda a los pactos
En su modelo de país, Feijóo apuesta por “impuestos no tan elevados”, facilitando en la Administración y lo fiscal “el emprendimiento y el riesgo empresarial”. Se requiere, cree, “una regulación más simple”. En este sentido, el presidente de los populares ha señalado que “en España faltan muchas empresas y sobran muchos ministros”, lo que le ha valido un aplauso del auditorio.
Trazando paralelismos entre la dirección de una empresa y un Gobierno, ha preguntado a los asistentes si llevarían su compañía “endeudándola todos los días, sin aprobar presupuestos o asociándose con gente que quiera destruirla”. “Así no se puede manejar una empresa, ni un país”, ha rematado. También ha destacado el “insoportable absentismo laboral”, llamando a buscar fórmulas de conciliación negociada.
El político asegura que la debilidad parlamentaria y judicial está llevando al país “a una decadencia económica, social e institucional”, en la que se abandona “la misión de mejorar las expectativas de los ciudadanos”. Los jóvenes vivirán peor que sus padres, con un cuarto de la población en el umbral de la pobreza o un estancamiento de la renta, desgranaba. “No me resigno a eso...".
Los populares entienden que a la vez se levantan muros entre propietarios e inquilinos, jóvenes y mayores, territorios o empresarios y trabajadores. Muros, polarización... “Los españoles estamos hartos de eso”, ha afirmado. De ahí que se proponga “poner la política al servicio de la gente, no de su propia supervivencia” y devolver a España “a la senda del crecimiento, la prosperidad y el bienestar”.
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