La derrota sufrida a manos de Podemos ha obligado a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a improvisar para rescatar su reforma del subsidio de desempleo, después de que el Congreso tumbara el decreto ley que la ponía en marcha. De esta manera, convocará de manera inmediata a los agentes sociales “para trabajar con tiempo una reforma que es muy positiva para nuestro país”, según manifestó Díaz este jueves.
La vicepresidenta aprovechó para acusar a Podemos, junto con PP y Vox, de haber “golpeado” a los trabajadores, pero, dardos políticos al margen, es significativo que esta vez la norma será negociada con los agentes sociales, cosa que no pasó con el decreto ley que se llevó a convalidación por el Congreso. La razón alegada fue la urgencia para aprobarla porque forma parte de los elementos que se juzgarán para conceder el nuevo pago de 10.000 millones del plan de recuperación.
UGT y CC.OO. ven una oportunidad para corregir los elementos negativos de la reforma
Pero, estas prisas se han convertido en un elemento habitual que ha provocado el enfado de sindicatos y patronal, que se quejan repetidamente de que el Gobierno ha devaluado el diálogo social. Es por ello que esta convocatoria es bien recibida.
“Vamos a volver a retomar el punto de partida y me parece más importante ver qué trae el Gobierno a la mesa. Había un frontón cuando estuvimos negociando toda la reforma y me gustaría ver cuáles son los nuevos elementos, si son solo retoques o es de fondo”, manifestó el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. Por su parte, CC.OO. considera que si bien el rechazo de la reforma es una mala noticia, al mismo tiempo abre ahora la posibilidad de abordarla en el diálogo social y evitar sus elementos negativos. Desde la patronal fueron más sintéticos: “Bienvenido sea”, dijo el vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor.
Para tumbar el decreto ley, Podemos se agarró exclusivamente a un punto preciso. Se trata de que, con la legislación actual, un perceptor del subsidio de desempleo cotiza para la jubilación al 125% de la base mínima y con la reforma, esta cotización se reducía gradualmente hasta el 105%. Para Podemos es un recorte; para el Ministerio de Trabajo no, porque con el aumento de la cuantía del subsidio que implica la reforma queda compensado.
En cualquier caso, es el elemento que argumentó Podemos para tumbar la reforma y uno que los sindicatos también piden corregir. Pepe Álvarez propone mantener la sobrecotización en el 125% años para los perceptores mayores de 52 años, para que trabajar no les suponga un coste para sus derechos de pensión. Y CC.OO. también reclama subsanar este punto y evitar perjudicar a los beneficiarios.
El rechazo de la reforma supone congelar el aumento de las cuantías del subsidio, que aumentaban los primeros seis meses a 570 euros, en el siguiente semestre quedaba en 540 y en el año posterior, en los 480 euros actuales. Si incluso con una aprobación este miércoles, la reforma solo se hubiera aplicado a partir de junio, para dar tiempo a aplicar los cambios que conlleva, ahora el retraso será todavía mucho mayor.