El pequeño y mediano comercio está atrapado en una relación de “amor-odio” con el black friday, la gran campaña de descuentos que llega el 24 de noviembre y que da el pistoletazo de salida a las compras de Navidad. El sector cruza los dedos para que las ventas despeguen al fin, tras un otoño en el que la climatología y la situación económica han ralentizado el consumo, sobre todo en las categorías de moda y hogar. Pero a la vez, intenta tomar distancia con una campaña que no le compensa demasiado.
“No tiene mucho sentido hacer descuentos justo antes de la mayor época de ventas, la Navidad y Reyes”, destaca Antoni Torres, presidente de PimeComerç. La patronal ha organizado una campaña para el 1, 2 y 3 de diciembre, Escolta el batec del teu comerç local, con el objetivo de “concienciar y sensibilizar sobre las ventajas de comprar y consumir” en formatos de proximidad, una forma diferenciarse del black friday y apostar por formatos propios.
El sector de la gran distribución prevé un “crecimiento cero” en la recta final del año
“Los márgenes comerciales cada vez son más estrechos a causa de la inflación y, dada la coyuntura, los comercios han de hacer descuentos más agresivos para incentivar las ventas”, añade David Sánchez, presidente de Comertia. Pese a ello, considera que la mayoría de negocios participará en el black friday. De lo contrario, “parece que no existas”. La sensación de que cada vez hay que esforzarse más para vender igual que en años anteriores cunde entre el retail. “Prevemos una facturación equivalente a la de la campaña del 2022, pero con un volumen algo menor”, añade Sánchez.
No sólo el comercio tradicional anticipa un black friday de estancamiento. El sector del e-commerce, impulsor primigenio de la campaña de descuentos, espera asimismo un crecimiento cero, confirma Juan Pablo Lázaro, consejero delegado de la compañía de envíos Sending. “Vemos una crisis de consumo, no tanto por la inflación, sino por la subida de tipos, que ha recortado el presupuesto de los hogares, así que esperamos unas semanas de crecimiento cero en comparación con el año anterior”, prosigue. Con todo, el comercio electrónico crecerá para estos días respecto a una semana corriente, con lo que muchas empresas han reforzado plantillas. En concreto, Sending ha aumentado un 25% el personal de instalaciones y un 30% el de conductores.
Una campaña más extensa y con mayores descuentos
En el lado positivo de la balanza, Lázaro subraya el calendario, que ayudará a alargar la campaña. “El último viernes de noviembre, la fecha oficial del black friday, cae este año bastante pronto, alejada del puente de diciembre, con lo que es probable que las compras se extiendan”, afirma. De cara al consumidor, cree que se podrá beneficiar de mayores descuentos que en otras ediciones. “Los comercios necesitan vender lo que no ha salido estos últimos meses”.
Estas promociones más destacadas de lo habitual y una consolidación de la campaña comportarán un trasvase de compras de Navidad hacia el black friday, comenta Marta Munné, responsable de Aecoc Shopperview. “Cada vez más consumidores planifican sus compras para estas fechas, intentan aprovechar los descuentos; antes era una campaña más de impulso, y ahora predomina el precio”, incide.