Apenas 24 horas después de que el Gobierno publicara el borrador del nuevo Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) pocos en el sector reconocían haberse leído con detenimiento las más de 600 páginas que contiene el documento. Desde el sector eléctrico se puso en duda que se puedan alcanzar los objetivos, mientras que el sector gasista reclama más ambición con el biometano.
Las primeras sensaciones que se escucharon este jueves entre los directivos del sector de las energías renovables, que compartieron desayuno, conferencias y almuerzo en el Congreso Eólico Anual, eran agridulces.
Las redes, las grandes olvidadas
“El documento aumenta la ambición en cuanto a los objetivos de energías renovables y se alinea con las pautas marcadas por la Unión Europea. En ese sentido lo vemos positivo”, aseguró Paloma Sevilla, directora general de Aelec, la patronal que representa a las grandes empresas del sector eléctrico que declinaron hacer una valoración individual.
Esta primera valoración, llega seguida de un “pero”. “Echamos de menos en el documento una reflexión sobre la capacidad de la red y una desagregación de las medidas concretas que se deben poner en marcha para asegurar la integración de toda esa capacidad en el sistema”, reconoce Sevilla.
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Esas mismas dudas atenazan a los directivos responsables de la energía eólica en las grandes eléctricas españolas. “Los objetivos del plan son muy difíciles de cumplir si no se reforma toda la estructura administrativa de tramitación”, dijo Marta Fernández, directora de desarrollo de Negocio en España de Acciona.
“Son unos objetivos tan ambiciosos en todas las renovables que restan credibilidad al compromiso con Europa que requiere este documento. No precisa nada de cómo se avanzarán en el almacenamiento y olvida por completo la inversión en redes para acoger toda esa capacidad”, lamentan desde una gran compañía que pide no ser identificada.
Un verano de alegaciones, un año de cambios
En en el sector gasista se expresó satisfacción por el impulso al hidrógeno verde y el mantenimiento de toda la capacidad actual de los ciclos combinados como “prueba inequívoca del papel fundamental que esta tecnología seguirá teniendo en el horizonte 2030”, tal y como destacaron fuentes de la patronal gasista, Sedigás. Pero al mismo tiempo esas fuentes critican al Gobierno de “carecer de la ambición necesaria para aprovechar todo el potencial de producción real de biometano de España”.
El plan recoge un objetivo de 20 TWh anuales. “Es apenas un 2% la aportación del biometano para sustituir la demanda de gas, cuando el objetivo marcado por la Unión Europea es del 10% en general y del 13% para España”, explican desde Sedigas donde elevan el potencial de producción hasta 163 TWh, volumen suficiente para descarbonizar el 45% de la demanda nacional de gas natural.
Gasistas y eléctricas ya están trabajando para presentar antes del 4 de septiembre las alegaciones pertinentes. Luego, el futuro gobierno y las energéticas tendrán otro año para perfilar y ajustar a la realidad el documento.