La declaración de intenciones aparece ya en la primera de las páginas del nuevo código de conducta para los trabajadores de ITA Airways, la aerolínea italiana que ha reemplazado a la vieja Alitalia: “Nuestros uniformes no son solamente trajes de trabajo: son un modo para llevar al mundo el estilo, la elegancia y la calidad del buen vestir italiano”.
ITA Airways ha lanzado una nueva guía de imagen para sus empleados que no ha dejado a nadie indiferente. Se trata de 43 diapositivas, en italiano y en inglés, que no solamente abordan las cuestiones estilísticas del uniforme, sino también el estilo, porque “el personal en uniforme representa la imagen de la compañía, por eso debe ser vestido de forma impecable en cada circunstancia y lugar”. Por eso, justifican, con el uniforme puesto, los trabajadores no pueden fumar en presencia de los pasajeros ni caminando en público, tener los brazos cruzados o las manos en el bolsillo, masticar chicle, llevar puestos auriculares (excepto si lo requiere el servicio), llevar colgados teléfonos de forma visible, o publicar imágenes en las redes sociales.
La compañía veta fumar en público, tener las manos en los bolsillos o masticar chicle
El nivel es estricto. Por ejemplo, en los accesorios: los hombres no tienen permitido llevar pendientes, y las mujeres solo pueden llevar uno por lóbulo, que no sean colgantes, y que sean una perla o un brillante de máximo un centímetro. Se prohíben piercings visibles en la lengua, en la ceja, en la nariz o en las orejas, además de tatuajes o joyas dentales. Las gafas, de vista o de sol, deben ser “sobrias y profesionales”, y no se pueden llevar ni en la cabeza ni colgando del traje. Sí se permiten los collares o pulseras, pero sutiles, en oro o lata, nada de cuero, plástico o perlas o colgantes vistosos.
En cuanto a los anillos, tanto hombres como mujeres pueden llevar máximo dos, en tonos dorados o plateados, “de estilo tradicional y dimensiones moderadas”. Eso sí, nada de lucirlos en el pulgar. ¿Los guantes? Solo de color negro, de piel y llevados con el impermeable, no a bordo en presencia de clientes. No se permiten zapatillas, aunque sean de color negro, y los zapatos deben ser el modelo clásico con tacón, de piel negro sin lazos ni ornamentos. Los calcetines negros o azules, sin más. Lo mismo para los paraguas. Las maletas de mano se deben elegir sobrias, de color oscuro, azul, negro o gris, sin adhesivos ni decoraciones. Nada de mochilas o bolsas deportivas. Para los relojes hay una concesión: se permiten deportivos, pero de “dimensiones moderadas”. Los blancos, de colores chillones o brillantes, para los días libres.
Lufthansa está a punto de cerrar las negociaciones para hacerse con un 40% de la aerolínea estatal italiana
Otra de las normas que ha llamado más la atención es la del pelo. ITA Airways no permite que sus empleados que se tiñen el pelo enseñen las raíces con canas. Las mujeres deben llevar la cara despejada, y los hombres, un pelo “corto y ordenado”. Deben estar afeitados o con una barba cuidada con un largo preciso: más corta de cinco milímetros. Los bigotes deben ser clásicos, y no se permiten barbas ni perillas sin bigote o las patillas largas.
Estas disposiciones han generado polvareda en las redes sociales, donde los usuarios ironizan con que prefieren las canas a los retrasos. Y todo cuando parece estar a punto de cerrarse el acuerdo con Lufthansa, que en enero presentó una oferta formal para adquirir una participación parcial en la aerolínea estatal italiana nacida entre las cenizas de la antigua Alitalia. Las negociaciones están “muy, muy avanzadas”, confirmó el jueves el ministro de Economía italiano, Giancarlo Giorgietti. “La estructura del acuerdo está definida y el hecho de que algunos detalles puedan cambiar forman parte del proceso de negociaciones”, dijo el presidente de ITA, Antonino Turicchi.
Según se ha filtrado a la prensa, el coloso alemán querría hacerse con alrededor del 40% de las acciones de la compañía italiana, una parte minoritaria, para después adquirir en el futuro las partes restantes. Lufthansa ya había realizado dos intentos de entrar en el capital de Alitalia, en el 2009 y en el 2019, sin éxito. La nueva aerolínea estatal italiana despegó en el 2021 con 1.350 millones de inversión del Gobierno italiano y 52 aviones, menos de la mitad de la histórica aerolínea que cerró tras un escandaloso fracaso de gestión, haber sido rescatada en varias ocasiones y varios intentos de fusión fallidos.