La cotización del petróleo tras la entrada en vigor hoy mismo del tope marcado por la Comisión Europea y el G7 al crudo procedente de Rusia no ha sufrido grandes alteraciones ante la mera plasmación de un hecho ya conocido sobradamente por los mercados. El precio máximo, los 60 dólares el barril, está muy por debajo de la cotización actual del Brent, que supera los 86 dólares el barril.
Por eso, Rusia busca alternativas, como ha hecho desde el inicio de su agresión a Ucrania y de la llegada de las sanciones europeas. Según Reuters, la mezcla de petróleo ESPO de Rusia del puerto de Kozmino en el Lejano Oriente se vendía esta mañana a alrededor de 79 dólares por barril en los mercados asiáticos, casi un tercio más que el límite de precio impuesto al petróleo ruso por la UE y las principales potencias del mundo.
Mercado estratégico
Rusia exporta hasta 65 millones de toneladas de crudo al año y ahora mira más a Asia
Cada año, Rusia exporta alrededor de 65 millones de toneladas de crudo a través del oleoducto Siberia Oriental-Océano Pacífico, incluidas hasta 35 millones de toneladas a través del puerto de Kozmino. El petróleo es, junto con el gas, absolutamente estratégico para el país presidido por Vladímir Putin, que obtiene de las energías fósiles buena parte de las divisas que le permiten mantener su economía a flote en estos momentos.
Con la inminente llegada del invierno, la crisis energética que se arrastra desde principios de año se agudizará. El domingo, la OPEP+, el cártel petrolero que incluye a los principales producciones y a Rusia, decidió mantener intactas las cotas de producción. Este hecho podría ayudar a elevar los precios en un momento en el que se esperaba un nuevo recorte por la desaceleración o, según los casos, la recesión de la economía que asola a muchos países. La demanda ya lo está notando.
Mientras tanto, los envíos de petróleo crudo de Rusia a Europa se están reduciendo rápidamente. Ahora está en vigor una prohibición de la Unión Europea sobre las importaciones marítimas desde el país, cerrando un mercado que estaba tomando más de 1,5 millones de barriles por día antes de que las tropas de Moscú invadieran Ucrania a fines de febrero. El flujo se redujo a menos de una quinta parte de ese volumen en las cuatro semanas hasta el 5 de diciembre, y se reducirá a casi cero una vez que las sanciones realmente surtan efecto.
Hasta ahora, los envíos desplazados se han desviado a Asia, con una flotilla de petroleros navegando por Europa y a través del Canal de Suez para entregar cargamentos a India y China. Esa ruta se ha vuelto más costosa a medida que se avecina la prohibición de la UE y un límite de precio mencionado de 60 dólares por barril.
Según Bloomberg, en la última semana antes de que entrara en vigor la prohibición de la UE, los volúmenes totales enviados desde Rusia aumentaron en 94.000 barriles por día a 2,99 millones en los siete días hasta el 2 de diciembre, mientras que el promedio menos volátil de cuatro semanas siguió cayendo. Esa última medida cayó en 153.000 barriles por día hasta situarse por debajo de los 3 millones por primera vez desde octubre y a su nivel más bajo desde la invasión de Ucrania.