La negociación del nuevo convenio colectivo de Seat comenzó este miércoles con un aviso inquietante: la transformación de la compañía hacia el coche eléctrico puede implicar un 30% menos de plantilla en cinco años. Un porcentaje que solo en el área de producción de Martorell implicaría el recorte de unos 2.400 empleos y si se tiene en cuenta el conjunto de la plantilla (15.000 personas) eleva el excedente a 4.500 personas.
“Hemos emplazado a la empresa a que cuantifique el excedente laboral en la próxima reunión y a que también nos detalle su plan industrial”, dijo Matías Carnero, presidente del comité de empresa y miembro del consejo de supervisión del grupo Volkswagen.
Cifras
El presidente de VW cuantifica en 30.000 los empleos que pueden recortarse en las plantas alemanas
La advertencia sobre el posible recorte fue matizada por portavoces de la empresa. “La transformación para producir coches eléctricos conlleva una reducción del 30% de horas de fabricación en comparación con un modelo de combustión para toda la industria del automóvil. Lo que no significa que derive en el 30% de reducción de la plantilla”, señalaron. “Sin embargo –añadieron–, estamos trabajando para aumentar los volúmenes de producción en los próximos años y poder compensar parcialmente esta disminución. Para ello, queremos centrarnos en aumentar el volumen de nuestros actuales y futuros modelos”.
Para los sindicatos UGT y CC.OO., además de la fabricación del coche urbano eléctrico del grupo, es necesario contar con otra plataforma de fabricación que aporte volumen. Matías Carnero volvió a alertar, además, sobre la precariedad de la planta de El Prat, que en la actualidad cuenta con 1.200 personas y fabrica cajas de cambio manuales, uno de los componentes que ya no se precisan en el coche eléctrico. Así se lo advirtió a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuando visitó la planta de Martorell el pasado 27 de enero, en un mensaje dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Según los sindicatos, la supervivencia de El Prat peligra si no se le adjudica la producción de un motor eléctrico, en una puja dentro del grupo VW que parece que está ganando la planta de Audi en Hungría. Para la decisión serán decisivas las ayudas públicas, y en España en concreto el Perte de la automoción (proyecto estratégico para la recuperación y la transformación de la economía). Se da por hecho que Martorell fabricará el pequeño urbano eléctrico (con las marcas Seat, Cupra y Skoda), aunque la confirmación definitiva está pendiente de que se abran las convocatorias del Perte y se adjudiquen las ayudas. Será el momento también para conocer la ubicación de la planta de baterías.
Fuentes de la empresa insistieron en que “es necesario abrir un diálogo a fin de convertirnos en una compañía más ágil y eficiente y tomar decisiones que nos permitan redistribuir nuestros recursos allí donde sean más necesarios”. Para ello, la compañía planteó este miércoles dos medidas –rechazadas de plano por los sindicatos– de ajuste de costes: no aplicar la subida del IPC del 2021 que estaba pendiente y aumentar los llamados días de jornada individual anual, con objeto de ganar flexibilidad para trabajar más o menos.
“Debemos aprovechar los próximos cinco años hasta la llegada del coche eléctrico para reorganizarnos y asegurar una adaptación progresiva”, destacaron fuentes de la compañía que preside Wayne Griffiths.
“Debemos garantizar un marco de estabilidad en este contexto complejo, con el objetivo de alcanzar un convenio colectivo que nos permita seguir avanzando en nuestras cuatro prioridades: electrificar Seat, impulsar el crecimiento de Cupra, fortalecer el modelo de negocio y transformar la cultura de la compañía”, añadieron.
Los recortes de empleo que implica la transición hacia el coche eléctrico están sacudiendo a toda la industria automovilística. Entre los que han dado ya la voz de alarma figura el presidente del grupo Volkswagen, Herbert Diess, quien ha cuantificado en 30.000 los empleos que pueden perderse solo en Alemania. Esto es, una cuarta parte de los que tiene VW en el país.
Ayudas de la Generalitat al sector
La nueva oficina de la Generalitat para la transformación de la industria de la movilidad y la automoción prevé destinar este año 17 millones en ayudas directas para impulsar la transición del sector hacia el vehículo eléctrico y hacer frente a los desafíos que amenazan el empleo. El conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, anunció este miércoles la creación de esta oficina, que estará dirigida por Tomàs Mejía, y es uno de los compromisos del Pacte Nacional per la Indústria 2022-2025.
Además de esos 17 millones de euros, que representan el 25% de las ayudas de la dirección general de Indústria y de Acció, el Govern pondrá a disposición del sector de la automoción 123 millones de euros en líneas de financiación del ICF y Avançsa. Empresa ha identificado más de 200 empresas (sobre un total de 500) que necesitarán reconvertirse para adaptarse al vehículo eléctrico. La automoción genera en Catalunya 150.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y factura cerca de 25.000 millones de euros, más del 10% del PIB del país.