Movimientos in extremis después de la espantada de la empresa china Great Wall Motors (GWM) para salvar las plantas y los empleos de Nissan. El fabricante de vehículos blindados de combate Tess Defence se ha sumado a última hora al plan B que hoy se analizará en la mesa de reindustrialización. La empresa, participada entre otras por Santa Barbara Sistemas e Indra, no se propone fabricar en la planta de Zona Franca, sino que plantea realizar aquí el mantenimiento de los blindados y las pruebas de los mismos aprovechando el circuito del que ya dispone Nissan.
Fuentes de la Generalitat apuntan que si esta opción se pone encima de la mesa de reindustrialización, algo que podría darse hoy, desde el Govern se opondrán frontalmente. "No se contempla en ningún caso", se afirma.
Tess Defence ocuparía 150.000 metros cuadrados de los 500.000 que dispone la factoría y asumiría unos centenares de empleos, en su mayor parte técnicos, según fuentes conocedoras de las negociaciones. En la misma planta se ubicaría el llamado hub de descarbonización que encabeza QEV, con 250.000 m2. El resto se reservaría para una empresa logística aún por definir, pues existen varias propuestas, con lo que se atendería una de las aspiraciones de Pere Navarro, delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), que desde el principio ha venido defendiendo la opción logística, entre otras cosas porque permitiría obtener un precio más favorable por el alquiler de los terrenos. La planta de Montcada i Reixac se reservaría para el fabricante de motos Silence, mientras que la de Sant Andreu de la Barca podría albergar alguna de las actividades complementarias del hub de QEV.
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Las alternativas a GWM serán analizadas hoy en la mesa para la reindustrialización, que en sus trabajos han contado con el asesoramiento de KPMG. Tess Defence tiene en cartera la fabricación del vehículo de combate Dragón, uno de los grandes proyectos de la industria militar española. En septiembre pasado, el Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Industria a suscribir un convenio con Tess Defence por un importe de más de 1.200 millones para el suministro de 348 de estos vehículos.
Ese plan B supone, no obstante, un cierto fracaso en el objetivo de dar continuidad a la fabricación de coches en la Zona Franca manteniendo además la posición de la industria del automóvil en España. Por eso, la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el conseller de Empresa, Roger Torrent, enviaron este martes una nueva oferta al presidente de GWM para intentar que invierta aquí. En la carta, hablan de aumentar las subvenciones, rebajar el precio que había pedido Nissan por sus activos y también se ofrecen a mediar con los sindicatos si consideran que las condiciones de recolocación son inasumibles.
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Unos sindicatos que también se han mostrado abiertos a negociar si la inversión se confirma y se asegura la actividad a medio plazo. Esta mañana, no obstante, volverán a parar la factoría y se concentrarán ante la sede del CZF mientras la mesa de reindustrialización delibera. El conseller Torrent también hizo un llamamiento a Nissan para que “esté a la altura” y facilite la reindustrialización.