El exvicepresidente del gobierno y expresidente de Bankia Rodrigo Rato se sentará en el banquillo de los acusados por la ocultación de parte de su patrimonio. El titular del juzgado de instrucción número 31 de Madrid acordó ayer abrir juicio oral contra él por los delitos fiscales, blanqueo y corrupción entre particulares.
Esta resolución ya no es recurrible, por lo que el siguiente paso es fijar la fecha para un juicio por el que la Fiscalía solicita para él 70 años de prisión. Junto a Rato están acusadas otra 16 personas, para las que el juez Antonio Serrano-Arnal fijó una fianza. En el caso del expresidente de Bankia, deberá depositar en 24 horas 65,1 millones de euros a fin de garantizar la posible responsabilidad civil derivada del proceso.
Condenado por las conocidas como tarjetas black de Caja Madrid y absuelto por la salida a bolsa de Bankia
En la resolución, el magistrado ha rechazado incorporar los delitos de falsedad continuada e insolvencia punible, tal como solicitaba la Fiscalía en su escrito de acusación. Va a ser el tercer juicio al que se enfrenta, después de haber sido condenado por las conocidas como tarjetas black de Caja Madrid y absuelto por la salida a bolsa de Bankia.
Según la investigación, Rato ha mantenido desde 1999 un patrimonio oculto a la Hacienda española, a través de diversas sociedades, irlandesas, panameñas y británicas. Para la Fiscalía, Rato habría realizado continuas actividades de inversión financiera mediante multitud de cuentas bancarias abiertas en Bahamas, Suiza, Luxemburgo, Reino Unido, Suiza y Mónaco, entre otros lugares, en una operativa desconocida por la Hacienda Pública y que habrían constituido hechos imponibles desde el año 2005 hasta el año 2015. Una de las acusaciones es que manipuló contratos en Bankia para adjudicarlos a empresas dirigidas por testaferros suyos.