El gran grueso de la población en España vive en pisos. Esta ‘verticalidad’ –una de las mayores en Europa- es, además, antigua. Muchos de estos edificios tienen más de 40, 50 o 60 años y, por tanto, no cuentan con ascensor, por ejemplo. Este factor de la antigüedad de parte de los edificios residenciales supone carencias significativas en el ámbito de la eficiencia energética. Es necesario adaptarlos, tanto por regulación como por el propio envejecimiento de la población.
Además, se consiguen grandes beneficios en cuanto ahorro y eficiencia energética. Pero, pese a esta necesidad, España registra uno de los índices más bajos de Europa con respecto a la rehabilitación. Para cambiar esta tendencia, hace unos días, el Gobierno anunciaba ayudas económicas para impulsar las rehabilitaciones en edificios de viviendas gracias a los fondos europeos.
El llamado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española –con una partida de 5.800 millones de euros- subvencionará, además, la mejora de la eficiencia energética de las casas. Dicho proyecto contempla la rehabilitación de viviendas como uno de los grandes retos que permitirá avanzar en la recuperación económica del país. Gran parte del presupuesto, un 70%, se va a destinar a viviendas. El 30% restante, a edificios públicos.
Un 70% de la partida se destinará a viviendas, mientras que el 30% restante se dedicará a la mejora de edificios públicos
Para conseguir esta estimación, el Gobierno prevé hacerlo a través de tres ramas. La primera de ellas es el ya existente Plan de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), que dará paso a otros dos programas enfocados, en gran parte, en aspectos demográficos. España quiere rehabilitar 500.000 viviendas en tres años. Más allá de este plan gubernamental, las entidades financieras deben avanzar en esta línea con actuaciones complementarias para ayudar a las comunidades de propietarios a poder realizar estas rehabilitaciones tan necesarias, que se traducen en ahorro energético, accesibilidad, etc.
Un claro ejemplo de esta apuesta privada es Deutsche Bank, que cuenta con Avanza Credit, una línea de negocio ideada para facilitar y fomentar en las comunidades de propietarios la rehabilitación de viviendas y edificaciones. Desde que se lanzó la marca (a principios del año pasado), el banco se planteó un crecimiento en 1.500 millones de euros (en volumen de crédito concedido), “contando todas nuestras actividades, en los próximos tres años”, explica el responsable de Avanza Credit, Jorge Sáenz de Miera.
Todo ello se sustenta en tres grandes pilares: “incrementar el número de empresas colaboradoras (prescriptores); doblar el equipo dedicado a esta área; y, finalmente incrementar significativamente el número de comunidades a las que financiamos estos proyectos”, añade Sáenz de Miera.
Trajes a medida
La línea Avanza Credit trabaja con más de 1.600 empresas del sector y elabora ‘trajes a medida’ para cada una de las comunidades donde opera, llegando a financiar hasta el 100% del proyecto.
“En Avanza Credit el 50% de las obras que financiamos está enfocado a mejorar la accesibilidad de los edificios de viviendas y comunidades de propietarios mediante la instalación de ascensores y rampas de acceso”, comenta Sáenz de Miera.
Las obras de mejora de la eficiencia energética representan el otro 50%. Dentro de estas, “el 90% corresponde a aislamiento de fachadas y el 10% restante a sustitución de calderas de carbón e instalación de placas fotovoltaicas”, puntualiza. La otra gran pata del proyecto es la sostenibilidad, algo por lo que Deutsche Bank apuesta claramente en diversas líneas de negocio, siendo una de ellas la financiación para la eficiencia energética a través de los préstamos de Avanza Credit.
De hecho, la entidad hace 25 años que financia este tipo de proyectos. “Los edificios son responsables del 35% de la emisión de CO2 en las grandes ciudades, por lo que es imprescindible poner medidas que les ayuden a disminuir estas emisiones, como la mejora del aislamiento de los edificios, la instalación de paneles fotovoltaicos para el autoconsumo eléctrico o la instalación de calderas más eficientes.
La ventaja de Avanza Credit es dar respuesta a la viabilidad de los proyectos en 48 horas y amortizar el préstamo hasta en 10 años
La realización de estas obras es costosa (aunque existen muchas ayudas estatales dada la nueva regulación) y necesitan de una financiación para que sea una inversión atractiva y no un gasto”, apunta Jorge Sáenz de Miera, responsable de Avanza Credit. Avanza Credit cuenta con distintos tipos de financiación: Préstamo Huella 0 y Préstamo Renueva.
Las ventajas, por ejemplo, del Préstamo Huella 0 hacen que el proceso de rehabilitación de un edificio sea más fácil y ágil para las comunidades de propietarios. De todas maneras, estos servicios ofrecen una respuesta de viabilidad en un máximo de 48 horas. Y es que, a veces, la complejidad para aprobar los proyectos en las juntas de vecinos y la ejecución de las obras hace que sean procesos que se pueden alargar, algo que quiere evitar la entidad. Además, facilitan flexibilidad en el pago, con plazos de amortización de hasta 10 años y la posibilidad de disponer de hasta el 100% del presupuesto del proyecto.