Cuando Pfizer y Moderna anunciaron sus vacunas efectivas contra la Covid-19, las bolsas se dispararon abrazando el entusiasmo científico. El optimismo que se dejó ver en los parqués se extendió a la sociedad. Por fin se veía la luz al final del túnel. Y es que “la marcha de la economía depende totalmente de la evolución de la pandemia”, afirma Oriol Amat, decano del Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC) y catedrático de la Universitat Pompeu Fabra (UPF).
Hoy, el destino económico es tan sensible a la pandemia como lo es a la vacunación. “Se espera que cuando la Covid-19 mejore, la economía rebrotará con fuerza y de forma muy positiva”, destaca Amat. Sin embargo, los escenarios pueden ser diversos. Desde la consultora KPMG se mencionan dos: uno favorable, con una rápida recuperación de la confianza de los consumidores a medida que el proceso de inmunización avanza, y otro menos positivo, en el que la inmunización es lenta y la población ve frustradas sus expectativas.
Se espera que cuando la Covid-19 mejore, la economía rebrotará con fuerza y de forma muy positiva”
Si las vacunas funcionan, la economía respira
“El crecimiento en 2021 puede ser mayor o menor que el de las previsiones actuales en función de la percepción de los consumidores españoles sobre la evolución de la pandemia y sus certezas sobre el futuro”, afirman desde KPMG. “Por esa razón, es imprescindible hacer lo necesario para que se recupere la confianza y, sobre todo, facilitar la creación de empleo”, aseguran. “Dado que, por ahora, las vacunas están funcionando, en la medida que vaya aumentando el porcentaje de población vacunada, la economía se irá recuperando paulatinamente”, dice el decano del CEC.
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Al principio de la crisis, organismos como el Banco Mundial aseguraron que los efectos económicos de la pandemia durarían años. En sus últimas previsiones, esta misma entidad prevé un crecimiento económico del planeta del 4% en 2021 debido a las vacunas. En ese sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus previsiones de crecimiento global para 2021 pasando del 4% al 5,5% debido a la inmunización y los planes de estímulo puestos en marcha. Países como Alemania podrían mejorar a finales de 2021 y otros como Francia respirarían a principios de 2022, explica Amat.
Las diferencias mundiales son enormes con naciones como China, que alcanzó el nivel pronosticado en el cuarto trimestre de 2020, o Estados Unidos que espera recuperarse este año y antes que la zona euro. Pero la incertidumbre sigue siendo muy elevada. “Un mayor avance de las vacunas y de los tratamientos, y un refuerzo de las políticas de apoyo podrían mejorar los resultados, mientras que una distribución lenta de las vacunas, otras posibles mutaciones del virus y la retirada prematura de las políticas de respaldo podrían empeorarlos”, destaca el FMI.
Las diversas causas del retraso español
Las cosas no pintan tan bien para España. “Todo apunta a que la economía española tardará más en recuperarse que sus vecinos europeos”, expone Amat. De hecho, “si no aumentan mucho las ayudas directas y a fondo perdido a las empresas y a los autónomos, es posible que la recuperación tarde algo más y nos vayamos hacia finales de 2022”, remarca mencionando, incluso, principios de 2023. Para él, entre los motivos que podrían explicar este retraso se encuentran la gestión de la crisis sanitaria y económica de la pandemia.
Si no aumentan mucho las ayudas directas y a fondo perdido a las empresas y a los autónomos es posible que la recuperación tarde algo más y nos vayamos hacia finales de 2022”
El experto pone como ejemplo a Italia, Francia y Alemania, “cuyas empresas están recibiendo muchas más ayudas”. Tal y como señala Amat, “en España las ayudas dadas a fondo perdido a las empresas en 2020 representaron el 3% del producto interior bruto (PIB). Este porcentaje en Italia fue del 4,5% y en Francia, del 4,6%, y en Alemania, del 7,7%. También hay que tener en cuenta el peso en la economía de los sectores más afectados, como el del turismo, que en España es más elevado”.
En ese sentido, el último Informe económico y financiero de Esade, en colaboración con Banco Sabadell, destaca la dificultad que tiene España. Sus expertos subrayan como retos “colosales” gestionar la vacuna, el empleo y las ayudas de los fondos europeos. “La profundidad y la duración de la recesión dependerá fundamentalmente del éxito de las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus y de las políticas gubernamentales para prevenir el desempleo y aliviar los problemas de liquidez de las personas y de las pequeñas empresas”, destaca el informe.
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La importancia de convertir el ahorro en consumo
Otra de las claves, unida a la vacunación, es el papel de los consumidores. La tasa de ahorro de los hogares alcanzó en España cifras históricas durante el momento más duro de la pandemia, un 31,1% de la renta disponible en el segundo trimestre de 2020, debido a la contención del gasto ante la incertidumbre. “Una parte importante de la población ha visto reducidos sus ingresos, pero también hay una parte significativa que está aumentando mucho sus ahorros”, explica Amat.
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En Catalunya, por ejemplo, se han doblado los ahorros de las familias durante este último año, un crecimiento de más de 10.000 millones de euros. “Cuando se controle la pandemia, veremos aumentar de forma muy importante el consumo en sectores como el de los hoteles, el de la restauración, el de la cultura y el de los viajes”, vaticina Amat. El hecho de que se vayan levantando las restricciones a la movilidad gracias al progreso de la vacuna ayudará, sobre todo, en una economía con una fuerte dependencia del sector servicios y un gran número de pequeñas empresas con problemas financieros.