Así es la fábrica de talento de Juan Roig, presidente de Mercadona
Apoyo a las ‘start-ups’
La aceleradora Lanzadera y la escuela de empresarios EDEM forman el núcleo duro del proyecto del directivo
No, Mercadona no está sorteando tarjetas regalo valoradas en 180 euros
El problema de los sueños es que en ocasiones se hacen realidad. Más aún, si quien los imagina tiene capacidad y recursos para llevarlos adelante. Es lo que sucede con Marina de Empresas de València, un lugar único en España donde se conjugan tres iniciativas que ya son una realidad: la aceleradora de start-ups Lanzadera, la escuela de empresarios EDEM y la sociedad de inversión Angels. Y que el presidente de Mercadona, Juan Roig, imaginó hace tiempo con el propósito de convertir estos proyectos que se complementan en una fábrica de talento para potenciar el emprendimiento.
Marina de Empresas ha cumplido cinco años, y en este tiempo su capacidad para el crecimiento ha ido en paralelo a su capacidad para formar, asesorar y financiar a los emprendedores que han buscado abrigo en instalaciones, pegadas al Puerto de València, en el Mediterráneo.
Lanzadera
Desde el 2013 ha aportado 15 millones en nuevas empresas
Lanzadera es un buen ejemplo. Desde su creación en 2013, ha aportado 15 millones de euros de financiación en préstamos y ha impulsado desde su origen a más de 500 start-ups que han conseguido generar más de 2.250 puestos de trabajo directos, así como inversión externa de más de 130 millones de euros. Esta aceleradora tiene tres ventanas anuales en las que recibe emprendedores: enero, mayo y septiembre. La última ventana de septiembre recibió 1.800 candidaturas, de las que se seleccionaron 130 start-ups. Actualmente hay 200 en el edificio. Doce start-ups son catalanas; entre estas Balio, Berdac, Inviertis, Nokues, Place to Plug, tradEAsy, Dribo, Hipoo o Orain.
Su director general, Javier Jiménez, subraya que lo que distingue a Lanzadera de otras aceleradoras es Juan Roig. Destaca que el empresario valenciano “tiene la firme creencia y voluntad de generar valor, empleo y riqueza poniendo en valor la figura del empresario”. Añade que para Roig “esto no es un negocio; esto es el resultado de una convicción personal y de su sentido de la responsabilidad social corporativa”.
Otra característica de Lanzadera es que elige los proyectos poniendo el foco en el líder y en el equipo. “Hemos aprendido que lo verdaderamente caro es la capacidad que tienen de ejecución algunas personas; la idea por sí misma no vale nada, lo que marca la diferencia son las capacidades”, añade Jiménez. La segunda pieza de Marina de Empresas es EDEM: una fundación sin ánimo de lucro de carácter privado cuya misión es la formación de empresarios, directivos, emprendedores y el fomento del liderazgo, el espíritu emprendedor y la cultura del esfuerzo, que es la filosofía de Mercadona. Fundada en 2002 y presidida por Hortensia Roig, una de las hijas del presidente de Mercadona, su formación se divide en cuatro áreas: preuniversitaria, universitaria, Executive Education y Alta Dirección. Durante el último curso, 2.500 alumnos pasaron por sus aulas. Cuenta con más de 500 profesores, muchos de ellos directivos y empresarios.
Ana Giménez, directora de Marketing y Comunicación de Marina de Empresas, defiende que “nuestros valores son la inversión, el emprendimiento y la formación”. Anuncia que ahora el objetivo es potenciar la tercera pieza de Marina de Empresas, Angels, una sociedad de inversión creada por Juan Roig, cuya misión es invertir en líderes emprendedores para desarrollar empresas sostenibles aplicando el “modelo de calidad total”. “Queremos atraer otros inversores para apoyar el talento”, apunta Giménez. Desde su nacimiento, Angels ha invertido más de 27 millones de euros en 23 empresas, que han generado más de 1.400 empleos. En la actualidad son 15 las empresas participadas.
Las fases de Lanzadera
El programa Lanzadera acoge a las start-ups en cuatro fases, según grado de madurez. La primera, denominada Start, persigue ayudar a aquellas personas afectadas por la crisis que, aunque no hayan desarrollado completamente su proyecto, tengan la idea inicial y una actitud emprendedora. La fase Traction se dirige a proyectos en fase inicial, que bien están en proceso de desarrollo de su idea o que ya la han lanzado al mercado y disponen de sus primeras métricas. La tercera, Growth, tiene el objetivo de hacer crecer a empresas que han consolidado su modelo de negocio. Por último, la fase Scale Up está dirigida a empresas más maduras. Está orientada a aquellas start-ups que han crecido mucho y que tienen un modelo de negocio probado y rentable, pero que necesitan ayuda para abordar nuevas metas ante diversos escenarios. Las start-ups seleccionadas podrán recibir desde ayudas de 1.000 euros hasta financiación por valor de 500.000 euros, cifra que se ajustará a las necesidades concretas de cada una.