Unicaja y Liberbank se dispararon ayer en bolsa al confirmar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que han reanudado las conversaciones para fusionarse. La andaluza Unicaja repuntó un 15,14%, mientras que asturiana Liberbank rebotó un 13,58%.
Ambas entidades reconocieron que esas negociaciones están en una situación muy preliminar, en la que todavía no han participado asesores externos, pero todo apunta a que esta semana sus consejos de administración darán luz verde a un nuevo intento de fusión con la intención de superar las diferencias que les frenaron en anteriores ocasiones, la última en mayo del 2019.
En principal motivo de aquella ruptura fue que la incapacidad de ambas para llegar a un acuerdo sobre la ecuación de canje con la que repartirse la propiedad de la entidad resultante de la fusión.
Unicaja Banco, presidida por Manuel Azuaga, y cuyo principal accionista, con el 49,7% de banco, es la Fundación Bancaria Unicaja, exigía entonces el 60% de la propiedad de la entidad resultante de la fusión.
Intentos frustrados
El reparto del capital fue el principal escollo del último intento de fusión en mayo del 2019
Liberbank, que nació en el 2011 tras la fusión del Grupo Cajastur (que incluía el Banco de Castilla-La Mancha), Caja de Extremadura y Caja Cantabria, tiene ahora también como accionistas a la Corporación Masaveu, el inversor mexicano Ernesto Tinajero y la administradora de fondos con sede en Londres Oceanwood Capital Management LLP. En mayo del 2019 no aceptó tener menos de un 42% del capital.
Ahora, la situación no es muy diferente en cuanto al peso que ambas tienen en mercado. Pero lo que sí ha cambiado es el entorno en el que se desarrolla la operación. Por un lado, el impacto de la pandemia generada por la Covid-19 deja dos importantes secuelas en el ámbito financiero. Una perspectivas de tipos de interés bajos a muy largo plazo, con la presión sobre la rentabilidad que esto implica para las entidades financieras. A esto se le unen unas pésimas perspectivas económicas que no tardarán en traducirse en un incremento de mora, impagos y quiebras en muchos de los clientes.
Más que Banc Sabadell
La nueva entidad sumaría 110.000 millones de euros en activos
Dos motivos de presión, más que suficientes para forzar el acuerdo. Pero hay un tercero, el Banco Central Europeo, que ha pasado de imponer duras exigencias a las entidades financieras interesadas en fusionarse a convertirse en el principar alentador de esas alianzas relajando exigencias financieras hasta tal punto que Unicaja y Liberbank podría esquivar la ampliación de capital que habían previsto en el 2019 para ejecutar la fusión.
Ante esta situación, fuentes consultadas por la agencia Efe aseguran que el canje 60%-40% que no pudo ser en mayo del 2019 podría incluso reducirse para Unicaja hasta el 57,5%-42,5%, aunque todo va a depender de la actualización del valor de mercado post-Covid-19 para cada entidad que fijen los asesores de la operación.
De firmarse ese acuerdo, la nueva entidad pasaría a ocupar el quinto lugar del ranking de bancos españoles por activos, con unos 110.000 millones de euros, justo por detrás del Banc Sabadell.
Pero quizá solo, temporalmente, porque ayer la entidad catalana subió un 3,81% en bolsa al ser la principal candidata a protagonizar una nueva fusión en el sistema financiero español desde que el acuerdo CaixaBank-Bankia desatase la veda, incluso antes.
De hecho, la entidad presidida por Josep Oliu ya ha contratado al banco de inversiones Goldman Sachs para “valorar opciones estratégicas” entre las que no descarta una fusión.