Loading...

Sacresa y Montefibre intentan los primeros reconvenios por la Covid-19

Empleo

Quienes incumplen el plan de pagos de un concurso pueden buscar un nuevo pacto

El confinamiento detuvo la economía y causó pérdidas incalculables para las empresas

Dani Duch

Es una medida transitoria, adoptada el pasado abril por el Gobierno para evitar la destrucción de miles de empresas y puestos de trabajo y que se acaba de actualizar y publicar en el BOE: las empresas que hayan pasado por un concurso de acreedores y prevean incumplir o estén incumpliendo el plan de pagos acordado con la banca y los proveedores para devolver sus deudas, tienen una bola extra –una última oportunidad– para evitar la liquidación.

El reconvenio, una excepción a la ley concursal que ya estuvo en vigor al final de la crisis anterior, se puede pedir hasta el 14 de marzo del 2021. El espíritu de la norma es ayudar a las empresas que lograron en su día la aprobación de un convenio a que adapten el itinerario hacia la salvación a las nuevas circunstancias creadas por la crisis de la pandemia.

Medida de urgencia

Antes de la pandemia, las empresas que no cumplían el convenio se iban a la liquidación

Por ahora, son pocas las compañías que lo han solicitado. La moratoria concursal del Gobierno, los ERTE y la liquidez otorgada por la banca con los avales del ICO han aplazado la salida a la superficie de realidades empresariales dramáticas que permanecen sumergidas temporalmente bajo las aguas de la crisis. Pero ya hay, al menos dos casos, muy distintos, eso sí: Montefibre y Sacresa.

Por el primero de ellos, Praedium Capital Partners –sociedad de inversión con sede en Barcelona y que cuenta con empresas participadas como Nylstar y Lupo– ha pedido a los acredores una refinanciación de la deuda de Montefibre, firma con fábrica en Miranda de Ebro (Burgos) y cerca de 125 trabajadores en plantilla, que presentó concurso en el 2013 y aprobó un plan de pagos en diciembre del año siguiente. El convenio, en el que fue decisiva la compra de Praedium del 90% del capital para lograr el visto bueno de los bancos, preveía una quita del 60% de los créditos ordinarios y el pago del 40% restante en cinco años, después de cuatro de carencia.

Previsiones

Los expertos vaticinan que se presentarán bastantes reconvenios para aprovechar la ley

Hasta ahora, Montefibre, representada en este proceso por Pintó Ruiz & Del Valle, ha cumplido escrupulosamente lo pactado, pero la pandemia le trastocó todos sus planes y ahora no puede hacerlo. Por eso, solicita quitas adicionales del 30% de los créditos pendientes y una espera extra de cuatro años más y pagar en siete años.

En el caso de Sacresa, asesorada por Vialegis, se trata de una compañía inactiva y el reconvenio es más técnico que otra cosa. Solo busca gozar de más tiempo para vender los pocos activos existentes con los que va pagando las deudas de los acreedores.

Tanto Sacresa como Montefibre han presentado una relación de sus acreedores y créditos del concurso más los posteriores al mismo y una propuesta de plan de pagos que deberá lograr los apoyos necesarios. En caso de conseguirlo, el nuevo convenio sustituirá al anterior y dará nueva vida a la empresa. Si fracasa y hay incumplimientos del convenio vigente, la empresa se liquidará.

Los abogados animan a quienes se encuentran en esta situación a plantearse el reconvenio. “Esta posibilidad, que no debería ser una solución temporal como ahora, sino que debería existir siempre, es muy interesante y debería animar a las empresas en fase de cumplimiento concursal a modificar sus convenios”, dice Juan Antonio Borràs Abós, socio de Roca Junyent. Por su parte, Ignacio Alonso-Cuevillas, socio de De Pasqual & Marzo, coincide en que “el reconvenio es una buena fórmula para quien puede cumplir sus obligaciones [con las modificaciones necesarias]”, pero añade que “también será utilizado por algunos para alargar la agonía...”. En su opinión, se van a dar bastantes reconvenios.