El Ibex ha amanecido esta semana con buenas sensaciones en pos de un nuevo intento por alejarse de la zona de los 6.700-6.800 puntos en la que se mueve desde hace aproximadamente un mes. La llegada de la fase 1 de la desescalada a una buena parte del país –aunque sin los motores de Madrid y Barcelona– supone el inicio del inicio de la reapertura de la economía y ayuda a levantar el ánimo y las cotizaciones. También las noticias sobre los frutos de la investigación global sobre la vacuna o los tratamientos de la Covid-19 infunden un cierto optimismo y tapan un poco las cifras y las realidades más negativas sobre la economía.
En el arranque, el Ibex gana alrededor de un 1% impulsado por los bancos y por el supervisor. El Banco Central Europeo (BCE) ha salido reforzado del fin de semana después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijera el sábado que está dispuesta a iniciar un procedimiento sancionador a Alemania por la sentencia del Tribunal Constitucional de este país en la que cuestionaba el programa de compra de bonos de la eurozona. Su contundencia ha gustado al mercado que ahora, incluso, descuenta la llegada de más estímulos para reactivar la economía.
Entre las acciones más destacadas en la apertura se encuentran bancos como Santander, BBVA y Bankia, que se revalorizan entre un 2% y un 3%, y empresas como Viscofan, Mediaset, Ferrovial y Acerinox. También En el plano negativo, destaca una vez más IAG, el holding de British Airways, Iberia y Vueling, que no levanta cabeza, con muchos problemas derivados del hecho de tener sus aviones en tierra y miles de reclamaciones en la bandeja de entrada. El avance de hoy no es sólido ni vigoroso, pero en los primeros minutos casi todas las cotizadas del Ibex están en positivo.
En Europa, tampoco se aprecia ningún entusiasmo. Solo Italia, pendiente como España de la solución –ayudas, préstamo, rescate...–, saca un poco la cabeza con un avance superior al 1% en la bolsa de Milán. Su prima de riesgo se ha moderado en los últimos días hasta el entorno de los 230 puntos, unos 90 puntos más que la de España. El BCE se está empleando a fondo. Londres es el siguiente gran mercado que más sube mientras las bolsas de París y Frankfurt pugnan por arañar unas décimas a sus respectivos selectivos.
Estados Unidos, mientras tanto, continúa digiriendo la realidad de la crisis, que se ha cebado con muchísima fuerza en el mercado laboral. Este fin de semana, dirigentes de la Reserva Federal y el propio secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, admitieron que lo peor para el empleo de Estados Unidos aún no ha llegado. Hay nervios porque, aparte de la economía, la política juega un papel importante, con las elecciones presidenciales de noviembre en la mente de todos.