La tecnología impulsa el ecosistema de salud
Encuentros en La Vanguardia
La industria farmacéutica potencia la inversión en investigación, desarrollo e innovación en el país, aprovechando sinergias con el sistema sanitario, las ‘start-ups’ y las universidades
“El futuro de la salud está estrechamente relacionado con la medicina de precisión”. Así explica la directora general de Sanofi en España, Margarita López-Acosta, la importancia que tiene contar con las tecnologías como aliadas de la industria farmacéutica, con el objetivo de “erradicar enfermedades y mejorar la calidad de vida de las personas”, dice. Esta alta ejecutiva participó en el debate Realidad y retos de la industria farmacéutica en España , organizado por Encuentros en La Vanguardia , con la colaboración de Farmaindustria, junto al presidente del grupo Novartis en España, Jesús Ponce; el Chief Commercial Officer de Esteve, Jordi Muntañola; y el director general de Gebro Pharma, Sergi Aulinas.
López-Acosta recuerda que la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) es “la razón de ser de la industria farmacéutica”, que representa el 20% del total de la inversión de las empresas en este ámbito en España. Sin embargo, expone que las filiales españolas de multinacionales como la suya compiten con otras compañías del grupo para “traer aquí la I+D+i y hacerla sostenible”, con el objetivo de competir en condiciones con las inversiones millonarias que llevan a cabo otros países, por ejemplo, China.
“La situación que tenemos en España es francamente prometedora”, reconoce Jesús Ponce, de Novartis. Como factores a favor, España cuenta, según López-Acosta, con el “prestigio del sistema sanitario y de sus profesionales” que constituyen un “caldo de cultivo adecuado” para el desarrollo de un ecosistema de salud.
“Vemos un claro despegue de nuestra economía en el ámbito de la salud, que se inserta en un ecosistema formado por universidades, hospitales, parques científicos, empresas y start-ups del sector biotecnológico, e incluso por fondos de inversión especializados en este ámbito. Y la industria farmacéutica desempeña un rol destacado”, revela el director general de Gebro Pharma. “Biomedicina, inteligencia artificial y energías renovables” son los tres ámbitos con “mayor futuro y capacidad de transformación de la sociedad”, dice Sergi Aulinas.
Uno de los ejemplos de la colaboración entre la industria farmacéutica y la tecnológica es el acuerdo entre Novartis y Microsoft, firmado para aplicar la inteligencia artificial al diseño de moléculas. Apoyarse en la tecnología, según Ponce, les permite “ganar en tiempo y en eficiencia”. Otra experiencia de cooperación entre multinacionales farmacéuticas y gigantes digitales es la establecida entre Sanofi y la división de salud de Google, enfocada al tratamiento de la diabetes, como subraya la directora general de Sanofi en España, Margarita López-Acosta.
“La tecnología puede contribuir hacer más sostenible el sistema sanitario”
“Estamos en la punta de lanza de las nuevas tecnologías asociadas a la transformación digital”, señala el presidente de Novartis en España. Sin embargo, para seguir potenciando la I+D+i a medio y a largo plazo, en sinergia con los avances tecnológicos a su alcance, las farmacéuticas participantes en el debate de Encuentros en La Vanguardia con la colaboración de Farmaindustria reclaman que las autoridades “reconozcan el valor de la innovación” para que, así, se potencie la “colaboración entre las organizaciones públicas y las del sector privado”, apunta López-Acosta. “Todos estamos luchando por el mismo fin”, expone el Chief Commercial Officer en Europa de Esteve.
Jordi Muntañola asegura que la innovación “se traduce en un ahorro para el sistema de salud, no en un coste”, ya que, con ella, “se logra una sociedad más sana, lo que hace aumentar los ratios de ahorro en esta parcela”. Una pieza clave, según Jesús Ponce, es “la voluntad de la industria farmacéutica de contribuir a la sostenibilidad del sistema, abriendo un camino de eficiencia”. “Queremos contribuir a reducir los posibles gastos de la cadena sanitaria, porque mantener la salud es responsabilidad de todos” coincide la directiva de Sanofi.
La tecnología puede tener un papel esencial en ese objetivo. “Hace posible que se puedan medir los resultados en la salud”, resalta el director general de Gebro Pharma. “El big data contribuirá a ello porque gestionar adecuadamente la información disponible ofrece grandes beneficios”, afirma Margarita López-Acosta, quien sostiene que sobre estas tecnologías se debe potenciar la cooperación con la Administración para mejorar el sistema sanitario.
Las principales ventajas competitivas que tiene España para atraer inversiones en I+D, según el Chief Commercial Officer de Esteve son el acceso a talento y profesionales cualificados, la “experiencia y la infraestructura para llevar a cabo ensayos clínicos y la flexibilidad y capacidad de adaptación para la colaboración”. Pero, partiendo de una realidad en la que “el desarrollo de fármacos es costoso y largo”, Jordi Muntañola también apuesta por “trabajar conjuntamente con la Administración, desde la confianza y la transparencia”. A su entender, el marco de actuación de la industria farmacéutica tiene que ser “estable y predecible”; solo de esta manera se seguirá destinando el capital necesario para la innovación en beneficio del paciente.
“Debemos ser conscientes de la situación privilegiada de la que gozamos. Por este motivo, se ven beneficiados los pacientes y la calidad asistencial que les podemos ofrecer, gracias a la inversión en investigación. Son estos activos que deberíamos preservar entre todos”, insiste el presidente de Novartis en España. “Si avanzamos juntos, el potencial es enorme, de modo que hay que avanzar potenciando un diálogo constructivo”, admite el director general de Gebro Pharma.
Inversiones
La industria farmacéutica destina más de 1.100 millones de euros al año a actividades de Investigación y Desarrollo (I+D) en España, dando empleo directo a casi 5.000 investigadores, el 64% de los cuales son mujeres. Catalunya es la principal receptora de los fondos de I+D, con 132 millones de euros
Todos los agentes implicados, según Muntañola, deben “entender que el paciente está en el centro”, y que, además, evoluciona, ya que cada vez es “más crónico y polimedicado”. “La cultura humanista está en nuestro ADN como sector. Tenemos unos valores que están muy alineados con la sociedad que estamos construyendo”, añade Sergi Aulinas, a partir de su “óptica de pyme europea muy preocupada por el paciente”.
“Si miramos hacia el futuro y queremos que España siga liderando la atracción de esta I+D, nos hace falta tener interlocutores claros. Y ellos deberían ser todos los agentes que toman decisiones relevantes en la cadena de creación de un medicamento, tanto las administraciones como los pacientes”, reclama la directora general de Sanofi en España.
No obstante, Margarita López-Acosta confiesa que la industria farmacéutica tiene también “la responsabilidad de hacer entender el valor que aporta el medicamento y comunicar para qué sirve realmente la investigación”. Así, añade, “el sistema le permitirá el acceso al medicamento al paciente que lo necesita, sin considerarlo un gasto”. “Somos parte de la ecuación. Tenemos que esforzarnos para mostrar la sostenibilidad del sistema”, insiste.
Para Ponce, al usuario, “no se le debe colocar en un entorno ya creado, sino que hay que contar más con las personas”. “Debemos ser capaces de crear un círculo virtuoso para aportar soluciones de salud y crear empleo de calidad, indefinido y con paridad de género”, concluye Muntañola para destacar el peso del sector en el desarrollo económico del país.
La industria farmacéutica, formada por unas 200 empresas en España, emplea en el país a más de 40.000 profesionales según datos de Farmaindustria. Un 94% de los contratos laborales en este sector son indefinidos, un cuarto de los cuales para jóvenes, ya que el 28% de las nuevas contrataciones que se realizan en este ámbito son a profesionales menores de 29 años. La mayoría de empleados de este sector, el 52%, son mujeres.
“El perfil del paciente evoluciona: cada vez es más crónico y toma mucha medicación”
Además de ser un motor de dinamización económica y fuente de empleo cualificado, estable e igualitario, el sector del medicamento lidera la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), con más de 1.100 millones de euros al año, liderando la inversión en I+D industrial, con más del 20% de toda la industria. Todo este dinero va destinado, en su mayoría, a ensayos clínicos, así como también a investigación básica, investigación preclínica y desarrollo tecnológico, entre otros ámbitos.
Casi la mitad de los fondos de investigación y desarrollo del sector farmacéutico van a parar a hospitales y centros de investigación, tanto públicos como privados. En total, gracias a estas cifras, se da empleo a casi 5.000 investigadores, el 64% de los cuales son mujeres y el 88% titulados universitarios, según datos de Farmaindustria. Por comunidades autónomas, Catalunya es la principal receptora, con 132 millones de euros.