El hidrógeno pide paso como nuevo vector energético en España
Movilidad sostenible
Hyundai y Toyota están desarrollando motores con este combustible en Japón
“El hidrógeno se está posicionando como un nuevo vector energético con grandes posibilidades de futuro para la movilidad”, señala Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2).“Puede convertirse en la gran disrupción en el ámbito del almacenamiento de excedentes de energía renovable, un problema para el que en estos momentos no existe solución”, apunta el directivo.
Tanto las marcas automovilísticas, como la industria energética (petroleras, gasistas, eléctricas, empresas de renovables...), buscan alternativas o mejoras en los actuales combustibles para la movilidad, con el objetivo de contaminar menos. Aparte de la electricidad, en estos momentos, como combustibles para los coches existen cuatro opciones. La actual gasolina o gasoil, procedente del petróleo que se mezcla con componentes bio por ley; el autogás (propano más butano), que proporciona una autonomía de hasta 1.000 kilómetros; el gas natural licuado, que utilizan algunas flotas de autobuses, y en un futuro no muy lejano el hidrógeno verde.
AeH2 prevé que más de 140.000 coches propulsados por esta materia circulen en España para el año 2030, lo que supondrá evitar la emisión de 15,12 millones de toneladas anuales de CO2a la atmósfera. Por ahora, sólo hay dos coches matriculados en España. El precio del modelo Nexo de Hyundai se eleva a 69.000 euros.
En Japón, algunas marcas automovilísticas, como Hyundai, o Toyota, con su modelo Mirai (cuyo lanzamiento en España está previsto para principios del 2020) están realizando fuertes inversiones en desarrollar motores de hidrógeno. Michelin y Faurecia han sellado un acuerdo para producir y vender pilas de combustible de hidrogeno.
Empresas como Enagás, Repsol, Naturgy, Acciona o FCC Aqualia están inmersas en proyectos
De hecho, el Gobierno japonés, tras Fukushima, apuesta por el hidrógeno para la movilidad y ha implantado ya un centenar de estaciones de servicio para repostar. En España, el Marco de Acción Nacional De Energías Alternativas para el Transporte recoge que deberían implantarse 20 hidrogeneras para el año 2020. En estos momentos, sólo hay cuatro operativas.
Los estudios sobre esta nueva tecnología empiezan a proliferar. Uno, de Gas for Climate, recoge que “el uso de alrededor de 270 bcm (equivalentes en gas natural) de hidrógeno verde y metano renovable a través de la infraestructura de gas existente en Europa, supondrá un ahorro de 217.000 millones en el 2050”. Otro de la consultora inglesa Mckinsey apunta que “el hidrógeno será una quinta parte de toda la energía consumida en el 2050”. Según el instituto europeo Hydrogen Roadmap Europe, en España se podrían crear 227.000 puestos de trabajo directos en el 2030, “si se adoptan medidas incentivadoras”. Para potenciar su desarrollo, defiende Brey, “habría que apostar por la inversión pública en proyectos en fase de demostración para que progresen esos desarrollos”.
En España, algunas empresas han montado consorcios para llevar a cabo investigaciones conjuntas y avanzar en la materia. En julio del año pasado, Repsol y Enagás firmaron un acuerdo para desarrollar una tecnología que permita producir hidrógeno renovable con luz solar. Otra alianza formada por Naturgy, el Centro Nacional de Hidrógeno, FCC Aqualia, Abengoa Hidrógeno, el Centro Superior de Investigaciones Científicas, Tecnalia y Enagás lanzaron el proyecto Renovagas, pionero en Europa, que se basa en la tecnología Power to Gas, que aprovecha excedentes de energía eléctrica de origen renovable para producir hidrógeno. Además, determinadas ciudades o comunidades autónomas no se quieren quedar atrás en estos avances. Mallorca promueve el proyecto Power to Green Hidrogen Mallorca, que consiste en desarrollar una planta de generación de hidrógeno verde en Mallorca para suministrar hidrógeno a plantas hoteleras, polígonos, rent a cars del aeropuerto y, especialmente, a los autobuses que ha cedido la EMT y que pasarían a ser 100% libre de emisiones. En el proyecto participan compañías como Enagás, Acciona y la petrolera Cemex para reindustrializar la zona de Lloseta, en Mallorca. De igual forma, el Gobierno de Aragón y el del Principado de Asturias han lanzado diversos proyectos para potenciar el uso de gases renovables como el hidrógeno, el biogás o el biometano. Entre los países que más están avanzando en la materia destacan Estados Unidos, Japón, Alemania, Dinamarca o Canadá.
Desde el Ministerio de Transición Energética, que capitanea Teresa Ribera, los mensajes van más encaminados hacia los coches eléctricos con batería y no con pilas de hidrógeno, pero admiten que la evolución de los costes de las tecnologías determinarán el peso de uno u otro sistema.
Métodos de producción
Poca gente sabe que el hidrógeno es el elemento más ligero y abundante del mundo. Existen distintos tipos de hidrógeno, en función de las fuentes y sus métodos de producción.
El hidrógeno gris se genera a partir del reformado de vapor de gas natural sin capturar el CO2. El hidrógeno azul se produce a partir del reformado de vapor de gas natural, pero sigue siendo un proceso de captura de ese CO2, de forma que se considera de baja emisión de carbono.
El hidrógeno renovable o hidrógeno verde es el producido por electrólisis del agua a partir de electricidad excedentaria procedente de fuentes renovables. Este proceso no emite C02 y transforma el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno, usando electricidad producida con fuentes renovables. El problema es que se trata de una tecnología incipiente y cara.