Las reverberaciones de la decisión de Estados Unidos de prohibir hacer negocios con Huawei alegando motivos de seguridad nacional se sintieron ayer en toda la cadena de suministros global.
Después de que Google confirmara que cortará lazos con el fabricante tecnológico chino, asestando un duro golpe a su negocio de teléfonos móviles, ha trascendido que los principales fabricantes de chips y semiconductores de EE.UU. como Intel, Qualcomm, Xilinx y Broadcom han ordenado a sus empleados dejar de suministrarle pedidos hasta nueva orden, de acuerdo con Bloomberg. Lumentum Holdings, una compañía tecnológica de reconocimiento facial, anunció ayer que ha paralizado su relación comercial con Huawei para cumplir con las decisiones del Gobierno.
Hasta nueva orden
Intel, Qualcomm y Broadcom han ordenado no hacer tratos con la compañía
En plena guerra comercial con China, el presidente Donald Trump declaró la semana pasada una emergencia nacional en el sector de las telecomunicaciones que prohíbe a las empresas de Estados Unidos trabajar con compañías de países que planteen un riesgo para la seguridad nacional. Washington acusa a la empresa de ayudar a espiar al Gobierno chino y lleva tiempo presionando a sus aliados para que no le confíen el desarrollo de sus redes 5G. El Departamento de Comercio aceleró y amplió las consecuencias del decreto incluyendo a Huawei en una lista negra que obliga a obtener una licencia del Gobierno para hacer tratos con ella.
A la vista de la incertidumbre creada en el sector, el gobierno estadounidense anunció anoche (madrugada en España) un periodo transitorio de 90 días en forma de licencia temporal general para trabajar con la firma china. La prórroga “es necesaria para mantener y apoyar las redes y equipos existentes” mediante actualizaciones de seguridad y servicios obligados por los contratos que fueron firmados antes del 16 de mayo, anunció el Departamento de Comercio en un comunicado. La decisión da una salida legal a las empresas atrapadas entre los compromisos contraídos con Huawei y la nueva situación legal en EE.UU., además de tiempo para preparar la transición.
Tensiones para largo
SaxoBank: “Es el comienzo de una guerra fría tecnológica” entre EE.UU. y China
Huawei asegura que tiene stock suficiente de chips y otros componentes críticos para los próximos tres meses y cuenta con planes de contingencia para hacer frente al cierre del mercado estadounidense tanto a nivel de software como de hardware, pero los analistas tecnológicos dan por descontado que la pérdida de acceso al mercado estadounidense afectará a su crecimiento y su capacidad de desarrollar las redes 5G, también en China. La decisión de Google de reducir sus actividades con Huawei es “el comienzo de una guerra fría tecnológica”, afirma Peter Garnry, analista de Saxo Bank.
Durante el segundo semestre del pasado, Huawei superó a Apple como segundo mayor fabricante de teléfonos móviles inteligentes del mundo (la surcoreana Samsung lidera el ranking), con una cuota de mercado mundial del 18% en el primer trimestre del 2019. En lugar de luchar por convertirse en la primera compañía del mundo en este sector, ahora deberá centrarse en amortiguar las consecuencias del veto estadounidense y consolidarse en su actual posición.
Sus aparatos funcionan con el sistema operativo Android, un aspecto que ha sido clave para su éxito de ventas fuera de China. Pero para cumplir con el decreto de Trump sus nuevos modelos sólo podrán usar la versión básica abierta de Android, y perderán probablemente el acceso a su popular ecosistema de aplicaciones (Gmail, Google Maps...).
Alphabet, la matriz de Google, aclaró ayer que los aparatos existentes podrán seguir accediendo de momento a la tienda de apps Google Play. Además, hasta que se aclare cómo se aplica el decreto, Huawei no podrá acceder a las actualizaciones de seguridad de Android de Google. Entre tanto, la empresa china ha tratado de tranquilizar a sus clientes aclarando que ofrecerá alternativas propias. La prórroga anunciada anoche por el Departamento de Comercio debería facilitar esa transición.
El temor a las consecuencias de la decisión de la Administración Trump y la prolongación de las tensiones comerciales entre las dos potencias provocó ayer un descenso generalizado de las acciones de las compañías tecnológicas en Wall Street. También Apple se vio afectada después de que los analistas de HSBC advirtieran de que podría tener que subir sus precios debido al alza de los aranceles de algunos de sus componentes.
Incertidumbre
Tecnológicas de todo el mundo estudian las implicaciones de la decisión de EE.UU.
Intel es el principal proveedor de chips de Huawei, aunque sólo un 1% de sus beneficios proceden de sus negocios con la firma china. El porcentaje se eleva al 2,6% en el caso de Qualcomm, que le vende procesadores y módems utilizados en muchos de sus teléfonos inteligentes, y a un 5,3% para Broadcom, que le suministra chips críticos para las redes. Lumemtum, que debe un 18% de sus ventas al gigante chino, fue la más afectada por las caídas en bolsa. También sufrieron las acciones de la alemana Infineon, fabricante de chips, después de que Nikkei informara que iba a dejar de trabajar con Huawei. La empresa germana aclaró que la mayoría de productos que les vende no están afectados por el veto ya que no los fabrica en Estados Unidos.
Las empresas tecnológicas de todo el mundo están evaluando hasta qué punto les vincula la decisión de Washington de incluir a Huawei en su lista negra. El Departamento de Comercio no ha dado por ahora pistas del grado de rigor con el que la aplicará. Teóricamente es posible que concluya que las compañías europeas con una fuerte presencia en el mercado de EE.UU. también están afectadas y deben dejar de hacer negocios con la empresa china. El Ministerio de Exteriores chino afirma que vigila de cerca la situación y apoyará a las empresas chinas a “tomar medidas legales para defender sus derechos legítimos”.