Uber ha debutado este viernes en bolsa tras dar el salto en Wall Street. Es la mayor operación del año en el parqué de Nueva York y una de las más esperadas. Pero sus acciones, que salían a 45 dólares la unidad, han caído hasta un 9% en los primeros compases, llevando su capitalización por debajo de los 70.000 millones de dólares. Tras cerca de una hora en bolsa, cedía algo menos, el 2%.
Los analistas más ambiciosos llegaron a apuntar que Uber podía valer 100.000 millones de dólares –89.108 millones de euros–. Pero su salto a las plazas viene tras unas semanas marcadas por los malos resultados de Lyft, su principal rival y que debutó a finales de marzo. Desde entonces esta empresa ha caído un 30%.
Todo ello puede haber influido en que Uber colocara sus acciones en la banda baja de su horquilla, que estaban entre los 44 y los 50 dólares: antes del toque de campana la empresa colocó 180 millones de acciones a 45 dólares el título, recaudando 8.100 millones de dólares –7.217 millones de euros–. Esto le daba una capitalización de 75.000 millones, que fue cediendo al empezar a cotizar.
Las cuentas de Uber
La empresa, con 3,9 millones de conductores, aún busca la rentabilidad
La firma de movilidad tiene un historial de pérdidas continuadas. En los tres primeros meses de 2019, registró ‘números rojos’ de entre 1.000 y 1.100 millones de dólares. Sus ingresos crecieron a 11.270 millones, el 42% más. A cierre de 2018, año en el que perdió 3.030 millones, Uber contaba con 3,9 millones de conductores en todo el mundo.
En los días previos a la salida a bolsa se dieron manifestaciones en las que se reclamaban mejores condiciones laborales y un aumento de las retribuciones.
Protesta de conductores de Uber y Cabify frente a la sede de Uber, este miércoles en San Francisco