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El Gobierno se compromete a ingresar 5.654 millones de euros más en el 2020

Evolución macroeconómica

El Ejecutivo ha mejorado su previsión de paro para 2019, que reduce al 13,8 % de media

Imagen reciente de Pedro Sánchez

Sergio Perez / Reuters

El Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido con Bruselas a aplicar en el 2020 la subida fiscal prevista inicialmente en los fallidos presupuestos de este año. Así lo detalla en el Programa de Estabilidad 2019-2022, que anoche remitió el Ministerio de Economía a la Comisión Europea. En dicho texto, señala que tiene previsto repescar la subida de impuestos y la creación de nuevas figuras tributarias anunciadas en su momento, lo que supone incrementar la recaudación en 5.654 millones de euros. De tal forma, establecen como horizonte que la ratio ingresos/PIB aumentará del 39,1% de este año al 40,7% del 2022. Es decir, 1,6 puntos de PIB más en tres años, alrededor de 20.000 millones de euros.

De esta forma, la presión fiscal pasará del 35,7% de este año al 37,3%. “Este incremento paulatino del peso de los ingresos públicos sobre el PIB responde tanto a la favorable evolución de la economía, como a la estrategia del Ejecutivo de incrementar la recaudación agregada con el objetivo de ir acercando los niveles de tributación de España a la media de los países de nuestro entorno”, defendieron. Asimismo, el nuevo programa enviado a Bruselas contempla una reducción de la proporción gastos y PIB de cuatro décimas hasta el 2021: del 41,1% previsto para este año, hasta un 40,7%.

Además, el Gobierno ahora en funciones apuesta por que el déficit público se vaya reduciendo paulatinamente, hasta que en el 2022, las cuentas públicas alcancen el equilibrio presupuestario –. Partiendo de un desfase del 2,48% del PIB con el que se cerró el año pasado, y a falta de la confirmación oficial de haber salido del procedimiento por déficit excesivo, mantienen la previsión de reducir el déficit hasta el 2% este 2019 y que continúe bajando -1,1%, 0,4% y 0%, para el 2020, 2021 y 2022 respectivamente-. Todo ello, con unas previsiones de crecimiento del PIB del 2,2% en el 2019, 1,9% en el 2020 y 1,8% tanto en el 2021 como en el 2022. Y bajar el paro hasta el 9,9% dentro de tres años.

Este incremento de la presión fiscal, defendida en campaña por Sánchez, se basa en aprobar finalmente la subida del tipo mínimo del impuesto de sociedades, el incremento del IRPF para las rentas más altas, elevar los impuestos del diésel, permitir incrementar el impuesto al patrimonio, así como aplicar las medidas de lucha contra el fraude defendidas por la ministra María Jesús Montero. Además, también insisten en aplicar las nuevas figuras impositivas que gravan servicios digitales –la denominada tasa Google– y las transacciones financieras. En su día, la Autoridad Fiscal se mostró escéptica con las estimaciones de Hacienda de recaudar 2.000 millones de euros gracias a estos nuevos impuestos.

Comercio exterior

Preocupación entre los expertos por la caída de exportaciones e importaciones

Más allá de las previsiones, las cifras sobre la actividad económica indican que resiste ante un entorno general de desaceleración. Entre enero y marzo, el PIB creció un 0,7% respecto a finales del 2018, según los datos avanzados ayer por el INE. El ritmo se acelera, por encima de lo experimentado meses atrás, gracias al mejor registro intertrimestral desde los meses finales del 2017.

En términos anuales, la economía crece un 2,4%, frente al 2,3% del trimestre anterior. La economía española, que lleva cinco años y medio consecutivos al alza, mantiene una progresión sensiblemente superior a la media europea. En todo caso, la eurozona dio muestras de mejoría, con un incremento del PIB del 0,4% entre enero y marzo, el doble que en el último trimestre del 2019. El repunte coincide con la salida de la recesión de la economía italiana y una aceleración del crecimiento en Francia.

Imagen de una planta automotriz en Martorell

Europa Press / EP

Desde BBVA Reseach señalan que el avance del PIB en España en el inicio del año se apoya en “la estabilidad del consumo de los hogares y la recuperación de la inversión”. Según recoge el INE, el gasto de las familias crece ligeramente por debajo de lo registrado entre octubre y diciembre del 2018 (un 0,3%, frente al 0,4%), mientras que el de las administraciones públicas se mantiene en el mismo nivel (0,4%).

En cambio, la inversión despunta con una subida del 1,5%. Para Raymond Torres,director de coyuntura y análisis internacional de Funcas, “aunque el alza del PIB está en línea con lo previsto, lo que sorprende son los componentes de este crecimiento”. Así, destaca la “sorpresa” de la inversión, “que de momento, no marca una nueva tendencia, sino que más bien da signos de gran volatilidad”.

En este aspecto, sobresale el aumento de la inversión en maquinaria y bienes de equipo, al tiempo que se modera la destinada a vivienda. Torres, en cambio, considera “coherente” que el consumo privado pierda algo de fuerza, teniendo en cuenta la bajísima tasa de ahorro de las familias, y que el consumo público repita el ritmo de crecimiento.

Sectores

La actividad vuelve a ganar empuje en la industria

Por sectores, la actividad vuelve a ganar empuje en la industria, al dejar la tasa intertrimestral los números rojos y subir al 1,4% y la construcción prácticamente duplica el registro de finales de año.

Asimismo, el avance del INE detecta una caída intertrimestral de las exportaciones (-0,5%), aunque en menor medida que las importaciones (-1,1%). Del incremento del PIB con respecto al último año, 2,2 puntos corresponden a la demanda interna, al tiempo que exportaciones e importaciones contribuyen con dos décimas. La demanda externa llevaba año y medio haciendo una aportación negativa al PIB.