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¿Por qué la subida de los salarios no disparará la inflación?

Según CaixaBank Research

Cada vez hay menos productos de la cesta de la compra cuyo precio está influido por la subida de los salarios

Apenas el 20% de los componentes del IPC son sensibles al incremento salarial, frente al 30% de antes de la crisis.,

LVD

Durante años, economistas y estadistas han apelado a los riesgos del una subida de la inflación como la “excusa” habitual para contener los incrementos salariales. Pero los estragos de la crisis han llegado incluso hasta cambiar los cimientos de las teorías económicas.

En Caixabank Research han analizado la relación tradicional entre el mercado laboral y la inflación y aseguran que la esperada subida de los salarios en España no irá acompañada de un incremento de la inflación en línea con lo que se podía esperar de los modelos matemáticos habitualmente utilizados para estas previsiones. Es decir, subir los salarios no disparará la inflación como ocurría antes de la crisis.

Curva de Phillips para España

CaixaBank Research

El informe constata que, según la contabilidad nacional, “la remuneración por asalariado a tiempo completo ha aumentado a un ritmo promedio del 0,5% anual entre 2013 y 2018. Sin embargo, los salarios pactados por los convenios colectivos han mostrado más dinamismo: desde un crecimiento del 0,4% interanual de principios de 2013 al 1,7% de finales de 2018. Así, los convenios colectivos sugieren que el crecimiento salarial del conjunto de la economía podría mostrarse algo más firme en los próximos trimestres”.

Atendiendo a esta situación y al nivel de desempleo en España, la curva de Phillips, herramienta matemática que se utiliza para representar la relación entre el desempleo y el nivel de precios al consumo, apunta a que la inflación subyacente (la que mide la evolución de los precios sin el impacto de los precios energéticos y los alimentos no elaborados) debería estar por encima del 1,5%. Sin embargo, se mantiene constante desde el inicio de la crisis alrededor del 1%.

Desacople entre los precios y el mercado laboral

Este aparente desacople entre la inflación y el mercado laboral no es una situación atípica en España “es un fenómeno generalizado entre las principales economías del mundo”, explica el informe de CaixaBank Research. La principal explicación para este descoloque de las teorías clásicas es la globalización.

Ahora, cualquier empresa puede elegir el país del mundo en el que le sale más barato producir o elaborar sus productos por lo que la formación de precios ya no es cosa que afecte a un solo país sino que es cada vez más global. Por lo tanto, “afecta menos a la inflación doméstica”. Además, la competencia internacional también hace que los precios de los productos tiendan a la baja.

Relación entre el incremento salarial y el precio de la cesta de la compra

CaixaBank Research

Otra explicación para esa contenida inflación en todo el mundo podría ser achacable a la creciente credibilidad en la política monetaria de los Bancos Centrales que hace que las expectativas de inflación y la inflación real sean cada vez más similares y evita las fluctuaciones que había antes de la crisis en estas predicciones.

Aunque también hay quien asegura que estamos ante un problema de medida. Según CaixaBank Research hay expertos que aseguran que el desacople entre inflación y salarios se debe a los problemas para medir correctamente los niveles de desempleo e inflación.

El impacto de los salarios en la inflación cada vez será menor

Lo cierto es que el peso de los productos de la cesta de la compra que se ven afectados por el incremento de los salarios ha pasado de ser un 30% entre 2002 y 2008 ( anterior fase expansiva ) a un 20% en los últimos años. Esto implica que el efecto de la subida salarial en le inflación en menor. Y la tendencia es que siga reduciéndose en la media en que España confluya con la situación europea, donde las subidas salariales apenas afectan al 10% de los productos que se utilizan para calcular el IPC.

De este modo, concluye el informe, “es probable que el mayor dinamismo salarial que cabe esperar en los próximos años tenga un impacto moderado sobre la inflación española, especialmente en comparación con la anterior fase expansiva, y que el ritmo de recuperación de las presiones inflacionistas subyacentes sea gradual y relativamente parejo al del conjunto de la eurozona”.