Amazon, Google y Starbucks tendrán que rendir cuentas con Hacienda en el Reino Unido

Google canaliza sus ventas en las islas británicas a través de Irlanda, y Amazon declara sus impuestos en Luxemburgo

Los ciudadanos británicos tienen a Starbucks y otras multinacionales en el punto de mira

Los ciudadanos británicos tienen a Starbucks y otras multinacionales en el punto de mira

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Por Tom Bergin LONDRES, 12 nov (Reuters) - Los legisladores de Reino Unido interrogarán a ejecutivos de Starbucks, Google y Amazon para saber cómo se las han arreglado para pagar solamente pequeñas cantidades de impuestos en Reino Unido mientras acumulaban miles de millones de dólares en ventas en el país.

El Comité de Cuentas Públicas (PAC por sus siglas en inglés), que se encarga de supervisar los asuntos financieros del Gobierno, ha invitado a las compañías a aportar pruebas en un contexto marcado por la creciente preocupación pública sobre la política sobre evasión de impuestos por parte de grandes empresas internacionales. "Es difícil para una persona normal creer que es justo", dijo Margaret Hodge, miembro del Parlamento del partido laborista (en la oposición) y presidenta del PAC. "Hace que la gente se enfade en el actual clima fiscal", agregó, en referencia a las medidas de austeridad con grandes déficits presupuestarios a los que se ha visto obligado a tomar Reino Unido y otros países.

Reino Unido y Alemania anunciaron la semana pasada unos planes para impulsar en el marco del G-20, el grupo compuesto por las 20 potencias económicas mundiales, un acuerdo que obligue a las multinacionales a pargar su "parte justa" de impuestos, tras las informaciones sobre grandes firmas que explotan lagunas legales para evitar impuestos.

Un artículo de Reuters del pasado mes mostraba que Starbucks no había pagado impuestos de sociedades ni de renta en Reino Unido en los últimos tres años. La mayor cadena de cafés del mundo pagó sólo 8,6 millones de libras (unos 10,7 millones de euros) en impuestos en Reino Unido durante 13 años, durante los cuales registró unas ventas de 3.100 millones de libras.

El grupo británico Uncut, que se opone a las medidas de austeridad del Gobierno y que ha organizado protestas contra el operador de telecomunicaciones británico Vodafone y la farmacéutica Boots por sus prácticas relacionadas con impuestos, dijo en un comunicado el lunes que planeaba tener entre sus objetivos a Starbucks.

Por su parte, la cadena de cafeterías dijo que sigue las normas sobre impuestos en cada país donde opera, y que trata de pagar su parte justa de impuestos. "Estamos comprometidos a ser transparentes en esta cuestión y esperamos comparecer ante ese comité", dijo una portavoz. El director financiero de Starbucks, Tory Alstead, comparecerá ante el comité, así como Matt Brittin, consejero delegado de Google en Reino Unido, y Andrew Cecil, Director de Políticas Públicas de Amazon con sede en Bruselas, dijo una portavoz de PAC.

Documentos legales de Google muestran que obtuvo 4.000 millones de dólares en ventas el año pasado en Reino Unido, pero a pesar de tener un margen de beneficios del 33%, su principal unidad en Reino Unido tuvo una carga por impuestos de sólo 3,4 millones de libras en 2011. La compañía evita pagar impuestos en Reino Unido, canalizando las ventas a través de su unidad irlandesa, un arreglo que le permitía pagar una tasa de impuestos del 3,2% sobre las ganancias fuera de Estados Unidos.

También la principal unidad de Amazon en Reino Unido pagó menos de un millón de libras en impuestos sobre la renta el año pasado. La compañía tuvo unas ventas en suelo británico de entre 5.300 y 7.200 millones de dólares, según documentos legales. Amazon evita los impuestos británicos informando de sus ventas europeas a través de una unidad con sede en Luxemburgo. Esta estructura le permitió pagar una tasa de impuestos del 11% sobre beneficios extranjeros el año pasado, menos de la mitad de la media del impuesto sobre la renta en sus principales mercados. Ni Google ni Amazon han respondido a las peticiones de comentarios sobre esta cuestión.

Hodge y el ex ministro de Finanzas Paul Myners dijeron al periódico Sunday Telegraph que el Gobierno debería considerar un nuevo impuesto basado en los ingresos para asegurarse que los beneficios por las ventas en Reino Unido no se vayan fuera.

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