La automovilística Nissan ha decidido retirarse del acuerdo firmado con su rival Honda para negociar una fusión de ambas compañías en el 2026. Según ha adelantado el diario Nikkei, la ruptura de las negociaciones se debe a diferencias entre ambas partes sobre la estructura que debería tener la empresa conjunta resultante de la alianza, que de llegar a crearse daría lugar al tercer fabricante automovilístico del mundo por volumen de ventas, por detrás del también nipón Toyota y el alemán Volkswagen.
El diario japonés indica que Nissan abandonará el memorándum de entendimiento (MOU) bajo el cual negociaba con Honda Motor desde finales del pasado diciembre ante la incapacidad de llegar a un consenso sobre los términos de la fusión. No obstante, fuentes de Nissan precisan que la compañía hará pública su postura oficial sobre el estado de las negociaciones a mediados de mes, sin confirmar ni desmentir de momento la información publicada por Nikkei. Pese a ello, las acciones de Nissan caían más de un 4% antes de que la Bolsa de Tokio suspendiera su cotización tras conocerse la noticia.
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Conferencia de prensa conjunta de Nissan y Honda sobre sus negociaciones de fusión, en Tokio, Japón, el 23 de diciembre de 2024.
Honda y Nissan, segundo y tercer mayor fabricante nipón de vehículos respectivamente, comunicaron el 31 de enero sus planes para “anunciar la dirección de la integración a mediados de febrero”, pese a que anteriormente se habían comprometido a revelar detalles concretos de su proyecto de fusión a finales de enero. En la víspera, la cadena estatal NHK ya señaló que ambas empresas estaban atravesando dificultades para avanzar en sus negociaciones y apuntaba a un posible bloqueo de las mismas debido a las diferencias sobre la estructura de la futura empresa conjunta.
Según lo publicado por los medios nipones, Honda planteó adquirir la mayor parte de las acciones de Nissan y convertirla en su subsidiaria bajo el paraguas de la empresa conjunta, pero la otra parte rechazó la idea de acabar convirtiéndose en una filial de su ahora rival -que tiene un valor de mercado cinco veces mayor que Nissan- y decidió dar marcha atrás en el acuerdo de fusión al entender que este debería reflejar una unión entre iguales. No obstante, ambas compañías no cierran la puerta a negociaciones futuras o a colaborar en áreas concretar como la comercialización de vehículos eléctricos.
Con la alianza planteada el pasado mes de diciembre, las dos empresas buscaban fortalecer su posición en un momento en el que gana terreno la china BYD y otros nuevos fabricantes de enchufables. De abortarse definitivamente la operación, planean las dudas sobre cómo Nissan, que se encuentra en medio de un plan de recuperación que pasa por el recorte de 9.000 empleos y un 20% de su capacidad global, podrá superar la crisis que atraviesa.