La ola republicana en las elecciones estadounidenses ha sido apabullante. El partido liderado por Trump controla la presidencia; el senado federal; la cámara de representantes federal; la mayoría de los senados y cámaras de representantes estatales; cuenta con la mayoría de los gobernadores de los estados y ha ganado en voto popular por casi tres millones de votos. Adicionalmente, el Tribunal Supremo, aunque es independiente, cuenta con una mayoría de miembros conservadores, cuyos cargos son vitalicios.
Trump utilizará todo este poder político para introducir grandes cambios en la economía y en la sociedad estadounidenses, pero el plazo acometer dichos cambios no es de cuatro años, sino sólo de dos años. En noviembre de 2026 tendrán lugar las elecciones de mitad de legislatura (mid-term elections), donde se renovará un tercio del senado (33 senadores) y todos los miembros de la casa de representantes. Es muy factible que en dichas elecciones el partido republicano pierda el control de alguna de las dos cámaras del congreso, o incluso de las dos.
Por lo tanto, Trump sólo cuenta con dos años para aprobar sin casi oposición cualquier ley en la cámara de representantes y en el senado. Todas las leyes que afectan a los presupuestos o implican un aumento de gastos federales necesariamente tienen que ser aprobadas por las dos cámaras del congreso federal.
Todavía quedan dos meses para la toma de posesión del presidente número 47 de los EE.UU. Durante este periodo ya se están preparando numerosas Órdenes Ejecutivas que serán firmadas en los primeros días por el nuevo presidente y serán una señal clara de las prioridades de la nueva administración. Trump tiene prisa y no tardará en poner en marcha la mayoría de las medidas que realmente vaya a aplicar. Sólo cuenta con dos años.