Utilizan tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia de los servicios urbanos y la calidad de vida de los ciudadanos. Conectan datos en tiempo real para optimizar áreas como el transporte, la energía y la gestión de residuos. Promueven la sostenibilidad mediante el ahorro energético y la reducción de emisiones contaminantes. Y fomentan la participación ciudadana a través de plataformas digitales que facilitan la toma de decisiones y el acceso a información pública. Son las smart cities , las ciudades inteligentes, y estas son a grandes rasgos sus principales áreas de trabajo.
La ciudad de Londres ha sido clasificada de nuevo como la ciudad “más inteligente” del mundo, seguida de Nueva York y París, según la última edición del Índice IESE Cities in Motion. Un ranking que se viene realizando desde hace años y que ya se ha convertido en un análisis de referencia internacional. El índice, que se retoma después de la pandemia, evalúa la sostenibilidad, la equidad y la habitabilidad de 183 ciudades de todo el mundo, abarcando nueve dimensiones clave que incluyen economía, cohesión social, medio ambiente y tecnología.
El Índice IESE clasifica según: capital humano, cohesión social, economía, gobernanza, medio ambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología
Una de las conclusiones más destacadas es que las ciudades europeas dominan el top 10 del ranking, donde figuran, además de Londres y París, otras ciudades como Berlín, Ámsterdam, Oslo y Copenhague. Madrid y Barcelona se sitúan en el puesto 20 y en el 29 respectivamente, siendo las ciudades españolas mejor valoradas dentro del índice.
Los proyectos que en estas ciudades se llevan a cabo van desde la sofisticación tecnológica a lo más sencillo y lógico: desde los taxis-robot del aeropuerto de Londres hasta el reciclaje minucioso que llevan a cabo los habitantes de Kamikatsu en Japón, experiencias que les han valido numerosas menciones, así como su inclusión en libros como el excelente La ciutat del futur (Zahorí Books), de Anna Miracle y Julio Antonio Blasco, en el que se recogen 23 proyectos smart que actualmente se están llevando a cabo en ciudades de todo el mundo. Ciudades que cumplen mejor con los requisitos de sostenibilidad, innovación y desarrollo social y económico y que las convierten en iconos.
Londres, Nueva York, París, Tokio, Berlín, Washington, Singapur, Ámsterdam, Oslo y Copenhague son las 10 ciudades top
Algunos de los proyectos más destacados del mundo
Siete propuestas 'smart'
Londres
Growing Underground
Una granja subterránea ubicada a unos 30 metros bajo Londres, dentro de varios túneles que se usaron como refugios durante la II Guerra Mundial. Cultivan guisantes, cilantro, girasoles, rúcula y otros, con lámparas LED y un sistema de irrigación hidropónico, sin pesticidas y con energía 100% renovable
Viena
Bikes & Rails
Una covivienda gestionada, comprada y rehabilitada por una cooperativa de vecinos. El resultado es un edificio pasivo que casi no necesita energía para mantener el calor y el frío. Hecha de materiales sostenibles y con espacios comunes y compartidos
Milán (Italia)
ForestaMi
El objetivo de ForestaMi es plantar tres millones de árboles hasta el 2030, uno por cada habitante. No se trata sólo de plantar tantos árboles como sea posible. La Universidad Politécnica de Milán hizo un estudio que determina en qué zonas es más necesario, contemplando incluso fachadas de edificios y las terrazas. Milán es una de las ciudades más contaminadas de Europa y este proyecto se considera un gran paso para mejorar la calidad del aire, la salud y el bienestar de las personas. Los estudios señalan que devolver el verde a las ciudades es una forma eficaz, económica y atractiva de frenar el calentamiento global, reducir el consumo de energía y limpiar el aire
Romainville (París)
Cité Maraîchère
Este enorme invernadero vertical, a 10 minutos a pie del centro de la ciudad, está diseñado para facilitar el acceso a alimentos de calidad a todos los residentes. Hay frutas, verduras y plantas aromáticas, así como flores comestibles y setas. Todo se vende en el mercado semanal a precios asequibles. El edificio está construido con materiales biológicos. Además, la Cité Maraîchère es un punto de encuentro para vecinos y productores locales donde se imparten talleres
Nueva York
Beekeepers Association
Los tejados y terrazas de muchos edificios de Nueva York se están convirtiendo desde hace un tiempo en lugares de culto de la apicultura urbana, como una forma también de concienciar sobre la reducción de la población de abejas en el mundo. Manhattan es el centro neurálgico de esta iniciativa que suma más de 50 colmenas
Kamikatsu (Japón)
Zero waste (Cero residuos)
El pueblo de Kamikatsu es un icono mundial de sostenibilidad y reciclaje. Sus 1.500 habitantes separan de forma cotidiana los residuos en sus propias casas. Los restos orgánicos los utilizan para hacer su propio compost y clasifican el resto de la basura en más de 45 categorías diferentes
Shanghai (China)
Lingang, the Sponge City
Para hacer frente a las fuertes lluvias, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, se ha puesto en práctica una curiosa solución en varias ciudades chinas, entre ellas Shanghai. En lugar de construir grandes diques y barreras de hormigón, se ha optado por alternativas ecológicas. Por ejemplo, el pavimento de la nueva zona de Lingang, en Shanghai, es ahora permeable para que el agua drene y se acumule en embalses para después utilizarla en jardines y parques o limpiar las calles. Los que defienden la Ciudad Esponja ponen en valor su capacidad para enfriar el ambiente, reducir el uso del aire acondicionado y generar espacios verdes