Cada europeo tira a la basura una media de 12 kilos de ropa y calzado al año. Multiplicado por todos los habitantes de la Unión Europea, el monto asciende a 12,6 millones de residuos textiles, de los que menos del 1% se acaban reciclando para fabricar nuevos productos, según datos de la Comunidad Europea. Como consecuencia, se estima que más del 80% de los textiles que se desechan en todo el mundo son incinerados o acaban en vertederos o en el medio ambiente.
El instrumento escogido para hacer frente a este residuo creciente es el que se conoce como sistema de responsabilidad ampliada del productor (RAP), a través del cual los productores –de forma individual o colectiva en forma de SCRAP– deben cubrir los gastos de la recogida, organización y reciclaje por separado de los residuos. “Es el mismo sistema que ya existe, por ejemplo, con los envases: cuando compras una bebida o un producto alimenticio envasado, pagas una tasa para que Ecoembes, que es la entidad creada por los principales productores de bebidas y alimentos para dicha tarea, se ocupe de recoger selectivamente y reciclar estos residuos”, explica Susanna Casanovas Bonvehí, experta en economía circular de la consultora Anthesis España (antes Lavola).
De media cada ciudadano europeo tira a la basura unos 12 kilos de ropa y calzado al año
Avanzándose a la voluntad europea de implementar un sistema de responsabilidad ampliada del productor para los residuos textiles, España obligará a los ayuntamientos a recoger selectivamente estos residuos a partir del próximo 1 de enero, y a los productores, a responsabilizarse de sus residuos a partir del 1 de abril. En cumplimiento de esta nueva legislación, las compañías Decathlon, El Corte Inglés, H&M, IKEA, Inditex, Kiabi, Mango, Tendam, Primark y Sprinter/JD constituyeron la Asociación para la Gestión del Residuo Textil a inicios de este año.
¿Qué consecuencias tendrá su implementación? Para Casanovas, supondrá el principio del fin de la moda rápida: “Vender ropa o calzado con una corta vida será más caro porque en muy poco tiempo se convierte en residuo, con lo que es una manera de avanzar hacia un sector de la moda con un menor impacto y con una mayor circularidad. Además, el sistema de recogida implicará más contenedores y más plantas de reciclaje, y todo esto requiere inversión, que vendrá de unos precios de venta más elevados”.
De los 12,6 millones de residuos textiles que se generan cada año en la UE, solo se acaban reciclando menos del 1%
José Monzonís Salvia, director general corporativo del Observatorio del Sector Textil y Moda, señala que “el reciclado o valorización de estos residuos puede dar lugar a nuevas actividades económicas, como la utilización de textiles reciclados como materia prima en diferentes aplicaciones manufactureras en, por ejemplo, las industrias de la automoción, la construcción o la del mobiliario además de, por supuesto, la propia industria textil”.
Monzonís confía también en que la medida fortalezca la industria europea: “No hemos de olvidar la importancia de las economías circulares para reforzar la resiliencia de las cadenas de suministro europeas en este momento. Al igual que sucede con otras muchas industrias europeas, y hablando específicamente de la industria textil, cerca del 80% de las fibras textiles naturales y sintéticas proceden de Asia. Muchos acontecimientos recientes aconsejan impulsar esta resiliencia”.
La Fundación Ellen MacArthur va más allá y pide un enfoque común entre los distintos sistemas nacionales de responsabilidad ampliada del productor para maximizar su alineación y eficacia. Según esta entidad de referencia mundial en economía circular, “es la única solución que puede estar a la altura de la magnitud del problema mundial de los residuos textiles”.
Mayor concienciación ciudadana
El 83,4% de los españoles comparte la importancia de que el textil y el calzado tengan una segunda vida y creen que debería existir un sistema nacional de recuperación de textiles y calzado, según un estudio sobre la circularidad textil publicado por la Asociación para la Gestión del Residuo Textil. Además, este mismo informe concluye que el 59,5% de los ciudadanos manifiesta interés en productos textiles y calzado reciclados.