El mercado del arte está pasando por un periodo de enfriamiento. Unos hablan de correctivo después de la recuperación pospandémica, otros hablan técnicamente de recesión, y los más agoreros, de la enésima burbuja que ha estallado después de la continua especulación de algunos de sus agentes. No tenemos cifras de cómo están evolucionando las galerías, pero si extrapolamos las que facilitan las grandes casas de subastas, podemos afirmar que todo apunta a un correctivo del mercado. Y no tanto por su funcionamiento en sí, sino por verse este claramente afectado por la difícil situación de la economía global y la incertidumbre que ha acabado contaminando la confianza de sus profesionales y de los coleccionistas.
Organizado por la Associació Art Barcelona, el Gallery Weekend ha mostrado la ilusión y la tenacidad de todo el sector artístico
¿Y cuáles son esas cifras fiables de las casas de subastas? Pues fue el Financial Times quien se hizo eco hace unos días de un informe interno de Sotheby’s dirigido a sus accionistas. En él se les comunicaba que la bajada en los beneficios del primer semestre del 2024 había sido del 88% respecto al mismo periodo del año anterior, y la caída de ventas, de un 25%. Una cifra muy parecida al 22% que Christie’s hizo público antes de verano. Esto explicaría la entrada en el accionariado de Sotheby’s que comentamos hace unas semanas cuando, sorpresivamente, el fondo soberano de Abu Dabi ADQ les aportó 1.000 millones de dólares. Sin duda les ayudará a adelgazar su endeudamiento.
En 15 años, el sector ha tenido una facturación global estable de 60.000 millones
La actitud de algunos coleccionistas hoy es esperar y ver qué pasa, pero personalmente quisiera constatar mi confianza en la resiliencia de este mercado, dada por una perspectiva de más de 40 años en el sector. Y con los números en la mano, uno puede afirmar que esta industria es ciclotímica: en los últimos 15 años ha manteniendo una facturación global estable, sobre los 60.000 millones, y unas oscilaciones de más menos el 10%-15%. Por no hablar de la constancia y la obstinación que demuestran sus agentes en la defensa de los artistas. ¿Cómo si no se explican la ilusión, profesionalidad y tenacidad que hemos visto en las inauguraciones de temporada, tanto en la apertura en Madrid como en el Barcelona Gallery Weekend, que hoy cierra su décima edición tras cuatro días de efervescencia artística? Un paseo por las galerías da fe de que más allá de enfriamientos y correctivos del mercado, este sector tiene mucho futuro.
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