Fin a la aventura estadounidense de Enagás. La energética anunció este miércoles la venta de su 30,2% en la firma de infraestructuras energéticas Tallgrass Energy por 1.100 millones de dólares, unos 1.017 millones de euros, al fondo Blackstone. La operación supone su salida del país y la obligará a anotarse unas minusvalías de 360 millones de euros en las cuentas de este año. La compañía destaca la entrada de efectivo para financiar las inversiones de su giro hacia las infraestructuras de hidrógeno verde en España y Europa. Mercado y analistas bendijeron la transacción y la acción subió el 6,3%, la que más del Ibex 35, ya que asegura fondos para su viraje, “refuerza la política de dividendos, así como su sostenibilidad a largo plazo”, afirmó, y podrá reducir deuda y mejorará su solidez.
Enagás reiteró que la venta “fortalece su balance para acometer con garantías la ejecución del plan de inversiones en infraestructuras de hidrógeno renovable”. El repliegue se enmarca en la rotación de activos de su plan estratégico 2022-2030, que tiene como prioridades la descarbonización y la seguridad de suministro de España y Europa, con foco en el hidrógeno verde. Una de las inversiones es el BarMar, primer hidroducto submarino del mundo que conectará Barcelona y Marsella, en el que tiene un 50%.
Tallgrass no consolidaba y no repartía dividendo desde la pandemia
La empresa que tiene a Arturo Gonzalo Aizpiri como consejero delegado espera cerrar la venta de EE.UU. este mes. Se prevé un primer pago de 50 millones de dólares una vez se complete una autorización administrativa en curso. Tallgrass, al no consolidar, apenas tuvo impacto en la cuenta de resultados o el flujo de caja en el 2023 y su dividendo se encontraba suspendido desde la pandemia.
La entrada en la americana se remonta al 2019, asociada a Blackstone, que ahora le compra su parte, y GIC, el fondo soberano de Singapur. Enagás desembarcó con una parte cercana al 11% de forma indirecta, tras una inversión superior a los 500 millones de euros. En su día la operación se justificó en la internacionalización de la firma. Luego sumó otro 3,5% por 75 millones y puso 750 millones más para alcanzar el 30%, todo en el mismo 2019. Por el medio amplió capital en 500 millones para cubrir la apuesta.
En el mencionado “proceso de rotación de activos” para el giro estratégico ha vendido participaciones en Chile y México, a los que suma ahora EE.UU. En el lado de inversiones, ha llegado al 20% en la Trans Adriatic Pipeline (que recorre Grecia, Albania, el Adriático e Italia); al 15% en el consorcio alemán Hanseatic Energy Hub (HEH), para operar en GNL e hidrógeno verde, y ha cerrado un acuerdo con Reganosa para impulsar un hub energético en el noroeste de España.
Con la acción por encima de los 13 euros, capitaliza en unos 3.500 millones. Entre los accionistas de Enagás sobresalen Blackrock (5,42%), la SEPI, de capital público, o el empresario Amancio Ortega, ambos con un 5%. Por encima del 3% también figuran Bank of America (3,6%) y Mubadala (3,1%).
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