Pese a que ya acumula cuatro Grand Slams y es el terror del circuito, un jugador que evitar por todos sus rivales, ya con la etiqueta de estrella del tenis, casi de leyenda, Carlos Alcaraz sigue siendo un tenista con aspectos que pulir. El murciano domina prácticamente todos los registros, algunos aupados por su enorme talento, pero solo lleva al más alto nivel tres temporadas y a sus 21 años aún le quedan lecciones que aprender de su entrenador, Juan Carlos Ferrero. El de El Palmar ha mejorado durante la pretemporada una nueva arma que está dando sus primeros frutos en el Open de Australia: el saque. Su servicio, anteriormente ya notable, es ahora más dañino para sus oponentes después de cambiar la mecánica previa al golpeo.
“Hemos trabajado el ritmo, antes como que paraba el movimiento. Ahora intentamos que cuando empieza el movimiento siga hasta acabarlo. Tiene velocidad en el saque, pero también mejoramos la consistencia”, dijo recientemente Ferrero, que ya ha visto reflejado el trabajo de su pupilo en la segunda ronda en Melbourne. Alcaraz vapuleó en la pista Margaret Court al japonés Yoshihito Nishioka en tres fugaces sets (6-0, 6-1 y 6-4) que apenas duraron 81 minutos, especialmente veloz el primero, saldado en 18, su récord en un grande. Una victoria inmaculada que se apoyó, entre otros aspectos, en la efectividad de su servicio. “¿Soy un bot de sacar?”, escribió en la cámara de televisión tras ganar el murciano, consciente de que ha añadido más argumentos para llegar a la victoria.
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Badosa arrasa a la australiana Talia Gibson (6-1 y 6-0) desplegando su “mejor juego”
El español únicamente cedió cuatro puntos en los 36 primeros saques que puso en juego. También firmó 14 aces, la tercera mayor cifra de su trayectoria en los Grand Slams, solo superada por los 30 en la victoria en cinco sets ante Jan-Lennard Struff de la edición de Wimbledon del 2022 y los 16 en el triunfo contra Frances Tiafoe en el 2024, también en cinco mangas y en el All England Club. La diferencia es que contra Nishioka llegó a ese número de aces con 36 primeros saques en 12 juegos, mientras que ante el alemán conectó 111 primeros servicios en 27 juegos y frente al estadounidense acertó con 106 primeros saques en 25 juegos.
“Mi último entrenamiento fue muy útil para el partido de hoy. Hablé con Juan Carlos (Ferrero) sobre lo que tenía que hacer con el saque. En el primer partido me costó coger una buena dinámica. Algunas veces lo hacía demasiado delante, otras muy bajo. Nunca encontraba el punto correcto”, contó Alcaraz respecto a su debut en Australia con Shevchenko. Además de más efectivo, ahora su saque es más impredecible para sus rivales al acortar y ejecutar con más ritmo el golpeo. “Hoy ha sido muy positivo, he sido capaz de lanzar más veces la bola en el mismo punto sin que variase mucho”, añadió el murciano. A su gran derecha, su delicadeza con las dejadas y su eficacia con las voleas, Alcaraz ha añadido un saque temible que ante Nishioka alcanzó los 210 km/h. Todo un problema para su rival en la tercera ronda australiana, el portugués Nuno Borges.
Evita polemizar por su ausencia en la pista central
Fue la segunda vez consecutiva en la que el tercer clasificado mundial saltó a la pista Margaret Court Arena, en lugar de la principal Rod Laver, después de que la organización del torneo priorizara esta vez al serbio Novak Djokovic, diez veces campeón en Melbourne, y el alemán Alexander Zverev, segundo favorito, en sus respectivos choques, a la hora de asignar los horarios para el escenario insignia de la competición oceánica.
“Priorizo el horario que la pista. La Rod Laver es maravillosa y donde vas a jugar rondas finales pero la Margaret Court también es maravillosa y se juega muy bien. En estas primeras rondas prefiero el tema del horario para no acumular fatiga y descansar bien por las noches, que el jugar en la central de noche y acostarme tarde”, matizó el español
Pocas horas después que el de El Palmar, escribió el mismo guion una Paula Badosa arrolladora. La catalana apenas cedió un solo juego ante la local Talia Gibson (6-1 y 6-0). “He desplegado mi mejor juego, el partido ha ido mejor de lo que esperaba”, indicó la número 12 del ranking tras batir a la joven e inexperta australiana, 150 del mundo, en su tercer partido en un Grand Slam. La de Begur se medirá en la siguiente ronda a la ucraniana Marta Kostiuk. Más problemas tuvo Djokovic, que volvió a ceder un set, como ya hizo en su debut, ante el luso Jaime Faria (6-1, 6-7(4), 6-3 y 6-2)
La lluvia, protagonista de la jornada en Melbourne
La lluvia irrumpió sobre Melbourne y alteró la jornada del que solo pudo proseguir con normalidad en las pistas cerradas y que frenó el resto de encuentros en juego. La pista se cubrió en el duelo de Novak Djokovic y el portugués Jaime Faría que se disputaba en la pista central (con victoria en cuatro sets para el serbio). Pero otros choques como el del español Roberto Carballés ante el australiano James Duckworth (ventaja de dos sets para el tinerfeño) se suspendieron.
La española Cristina Bucsa, que también vio interrumpido su partido ante la canadiense Leylah Fernandez, dejó escapar el triunfo en un partido que tenía encarrilado (3-6, 6-4 y 6-4).
