Esta es la época de Carlos Alcaraz

Tenis | Wimbledon

Con solo 20 años, el español tumba a Novak Djokovic y se adueña de su primera corona en Londres: 1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6 y 6-4, en 4h42m

Esta es la época de Carlos Alcaraz
Video

Carlos Alcaraz se convierte en campeón de Wimbledon tras destronar a Djokovic

AFP

No agrandemos más al gigante

Juan Carlos Ferrero

-------------------------------------------

En ESPN, un cuarto de hora antes de la final, John McEnroe se pregunta:

-¿Cuántos años llevamos esperando el cambio de guardia? ¿Cuántos años llevamos oyendo que el dominio de Federer, Nadal y Djokovic se va a acabar ya? ¿Va a ocurrir esto algún día? ¿Va a ser Carlos Alcaraz quien acelere esa transición?

Averiguamos la respuesta casi cinco horas más tarde, cuando el talento murciano (20) tumba a Novak Djokovic (36) y se adueña de su primera corona en Wimbledon, el segundo Grand Slam de su carrera deportiva, esto ya es un cambio de tercio.

(...)

En los prolegómenos, ¡cuántos interrogantes nos había ofrecido la final!

-Djokovic es invulnerable, lo tiene todo -me contaban Albert Costa y Roberto Carretero, antes tenistas y hoy comentaristas televisivos de Movistar Plus+, días atrás, cuando el coche de cortesía del torneo nos llevaba de aquí allá-. Y Alcaraz, casi casi, también es invulnerable.

El cielo de Londres se cierra y se abre, y ahora llueve y ahora sale el sol, y siempre sopla el viento, y la organización revisa las previsiones del meteoro mientras, de reojo, otea el horizonte. De momento, se mantiene abierto el techo retráctil, esa es la decisión. En juego, tenis como el de antes, dos luchadores combatiendo sobre la hierba, a descubierto.

Alcaraz sale a descubierto y agazapado entre los arbustos le dispara Djokovic. El serbio le espera desde el fondo de la pista, le espera y le desespera, pues no arriesga en lo más mínimo, y en su modo Djokovic desalienta a Alcaraz, el cachorro que, cuando resta, cuenta los botes del serbio, el tiempo que el otro invierte entre punto y punto.

Uno, dos, y así hasta veinte. O más.

Djokovic analiza las pelotas, escoge la más consistente, la más apelmazada, esa que corre más cuando sirve.

Cocina a fuego lento.

Carlos Alcaraz besa el trofeo de WImbledon, el segundo Grand Slam de su carrera, este domingo

Carlos Alcaraz besa el trofeo de WImbledon, el segundo Grand Slam de su carrera, este domingo

Neil Hall / EFE

En otro momento

El serbio deberá esperar a otra ocasión para alcanzar los 24 títulos de Grand Slam de Margaret Court, el récord absoluto

Vestidos en blanco nuclear, sin gorras ni cintas al pelo, el número 1 y el 2 son dos clones. Potente tren inferior, ambos tienen el torso afilado, son elásticos, son velocísimos al resto, pelo moreno y corto, dos tipos del Mediterráneo, barba de pocos días, barba de fiero combatiente, pocos elementos físicos distinguen al uno del otro.

Uno de esos elementos distintivos es el tono.

Horizontal

Novak Djokovic y Carlos Alcaraz conversan mientras posan tras su partido, este domingo en Wimbledon 

Clive Brunskill / GETTY

Cuando Alcaraz abre las piernas y lanza un globo que bota a un suspiro de la línea de fondo, Wimbledon ruge maravillado pues ha visto la bola dentro, y Djokovic desconfía y pide la revisión pues la ha visto fuera, y luego el serbio ríe burlón, se ríe del público: el video le ha dado la razón.

Tan precoz como Nadal:

dos Grand Slams con 20 años

Djokovic

Alcaraz

Federer

Nadal

Edad con la que conquistaron

sus primeros Grand Slams

9

8

7

6

6

5

5

4

4

4

3

3

3

2

2

2

2

1

1

1

1

22

23

24

19 años

20

21

Número de Grand Slams

Fuente: elaboración propia. LA VANGUARDIA

Tan precoz como Nadal:

dos Grand Slams con 20 años

Djokovic

Alcaraz

Federer

Nadal

Edad con la que conquistaron

sus primeros Grand Slams

9

8

7

6

6

5

5

4

4

4

3

3

3

2

2

2

2

1

1

1

1

22

23

24

19 años

20

21

Número de Grand Slams

Fuente: elaboración propia. LA VANGUARDIA

Tan precoz como Nadal: dos Grand Slams con 20 años

Djokovic

Alcaraz

Federer

Nadal

Edad con la que conquistaron sus primeros Grand Slams

9

8

7

6

6

5

5

4

4

4

3

3

3

2

2

2

2

1

1

1

1

22

23

24

19 años

20

21

Número de Grand Slams

Fuente: elaboración propia. LA VANGUARDIA

Y ya lo ha hecho otra vez.

Djokovic ya juega contra el rival, contra el Centre Court, contra el mundo entero y también contra aquel McEnroe que habla del cambio de guardia.

Y así es como Djokovic se gusta, como los grandes, como Michael Jordan. Más le retas, más se emperra.

Así es como ejecuta una apertura de partido perfecta.

Djokovic se limita a golpear desde el fondo de la pista, tal y como había anticipado Juan Carlos Ferrero en la víspera, y desde allí administra el desespero que enturbia la mente de Alcaraz.

Djokovic es inmenso, y a los 27 minutos ya ha roto el servicio de Alcaraz en dos ocasiones, ya está 0-5 arriba, ya ha tejido su telaraña. El murciano salva el rosco, pero nada le evita el 1-6.

Carlos Alcaraz se lamenta de un error, este domingo en Wimbledon

Carlos Alcaraz se lamenta de un error, este domingo en Wimbledon 

Julian Finney / GETTY

El intermedio resetea a Alcaraz: visto lo visto, el miedo escénico no tiene ningún sentido. De perdidos, al río. El murciano sigue golpeando, y las bolas que antes se iban fuera ahora caen dentro. Los rallies se alargan, Alcaraz administra la paciencia, ya nada queda de aquellas finales Sampras-Ivanisevic, saque tras saque y nulo intercambio.

Alcaraz rompe al fin el servicio de Djokovic, y Djokovic se lo devuelve al instante. En lo físico y en lo estratégico, el partido se equilibra. Queda el factor psicológico.

Reacción

En el segundo set, Alcaraz se proyecta hacia adelante mientras el público descorcha champán y Djokovic empieza a discutir con su palco

De esto, Djokovic sabe un mundo. Esta es su 35.ª final de un Grand Slam, la novena en Wimbledon. Ha dormido bien en la víspera: para él, este es otro día en la oficina. No se va a amedrentar ahora, empeñado como está en abrir más hueco sobre Nadal (el manacorí luce 22 grandes) para alcanzar una gesta mayor, los 24 Grand Slam de Margaret Court, la plusmarca absoluta.

¿Y Alcaraz?

Tampoco se asusta. No, al menos, de ahora en adelante. Se proyecta hacia adelante mientras el público descorcha champán y Djokovic empieza a discutir con su palco: Ivanisevic, el técnico, es su saco de boxeo.

(Alcaraz dispensa a su gente un trato radicalmente distinto: cuando se vuelve hacia su box, lo hace agitando la raqueta, celebrando un éxito).

El tie break es una carrera de 400 m. Se disputa al sprint y sin aliento. El 400 es una carrera para jóvenes, para cachorros, y se lo apunta Alcaraz tras un delicioso passing shot paralelo. El dato es importante, y distingue al murciano: hasta entonces, Djokovic se había adjudicado sus quince últimas muertes súbitas. 

Con el marcador igualado, el partido entra en una nueva dimensión: han pasado dos horas, un set a uno.

Novak Djokovic discute con el juez árbitro, este domingo en Wimbledon

Novak Djokovic discute con el juez árbitro, este domingo en Wimbledon 

Tolga Akmen / EFE

El ajuste desajusta a Djokovic, el hombre que ha enlazado 45 victorias consecutivas en el Centre Court. No pierde en ese teatro desde que le había tumbado Andy Murray en el 2013. Son 3.661 días.

Entre tanta invulnerabilidad, tanto superheroísmo, Djokovic se siente afrentado por el cachorro y por Londres: la parroquia ha tomado partido por el murciano. Alcaraz ha hallado la velocidad de crucero y el serbio se queja del muslo izquierdo. Un vendaje le cubre el isquiotibial. No se mueve con la elasticidad inicial. Para entonces, Alcaraz le ha endosado otro break, lo ha hecho en la apertura de la tercera manga.

Jugando a desmano, ahora Djokovic le protesta al juez, el mismo que le ha dado un aviso por dormirse entre puntos.

-Booooo.

Wimbledon abuchea al serbio.

Novak Djokovic, tumbado sobre la hierba tras un resbalón, este domingo

Novak Djokovic, tumbado sobre la hierba tras un resbalón, este domingo 

Alastair Grant / AP

Alcaraz está entero y enrachado, y desde su lado de la pista contempla los acontecimientos. Mientras Djokovic arde, Alcaraz es un témpano de hielo, esto parece un McEnroe-Borg. 

El quinto juego se encalla, se prolonga por 26 minutos. Djokovic lo pelea, salva seis pelotas de break, pero transige a la séptima. Con 4-1 arriba en la tercera manga, Djokovic parece desfondarse y Alcaraz se adueña del parcial y del escenario.

-Djokovic se tendrá que ir al baño y decidir qué hace ahora -me anticipa Nacho Albarrán, sabio compañero del diario As.

Sucede tal cual.

Djokovic abandona la escena y deja a Alcaraz a solas, caminando sobre la hierba del Centre Court, mientras le observan Brad Pitt, Daniel Craig, Hugh Jackman, Ariana Grande, el rey Felipe y los príncipes de Gales.

Sosteniendo cuatro pelotas con una mano, Alcaraz le pregunta al juez:

-¿Cuánto más vamos a esperarle?

Carlos Alcaraz se abraza a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, este domingo en Wimbledon

Carlos Alcaraz se abraza a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, este domingo en Wimbledon 

Clive Brunskill / GETTY

Djokovic tarda diez minutos en volver al ruedo. 

Es suficiente. 

La maniobra perturba a Alcaraz, enfría los ánimos del cachorro. De repente Alcaraz ya no corre como antes, ya no domina el juego, otra vez le ha envuelto la telaraña del serbio. Dos veces pierde el servicio en la cuarta manga, que se le escapa.

Parece un mago este Djokovic que siempre vuelve, incluso cuando ya parece muerto y enterrado.

A las 4h26m, ambos suman el mismo número de puntos: 155 por cabeza.

¡Menuda montaña rusa!

Esperaba tener problemas con Alcaraz en tierra o en superficie rápida, no me esperaba esto en hierba"

Novak DjokovicTenista

¿Se asusta Alcaraz?

Ni así: sigue presionando a Djokovic, que pierde el servicio en el tercer juego y pierde los modos definitivamente, y revienta la raqueta contra la base de la silla del juez, buena muesca le deja, buen abucheo de nuevo.

-Esperaba tener problemas con Alcaraz en tierra o en superficie rápida, no me esperaba esto en hierba -admite Djokovic más tarde.

También llora, lo hace mientras agradece a sus hijos que sigan sonriendo en el palco.

Con 3-1 arriba en el parcial decisivo, Alcaraz solo tiene que conservar el servicio, y en ello se centra. Ya no piensa en los números del serbio, "Djokovic tiene dos brazos y dos piernas", le había dicho Ferrero en la víspera, sino en sí mismo.

En el último juego, culmina la proeza con un globo, una volea y un saque directo.

 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...