Carlos Alcaraz: “Mi padre tenía muchas raquetas y el club estaba al lado de casa”

TENIS | BARCELONA OPEN BANC SABADELL-TROFEO CONDE DE GODÓ

La futura estrella del tenis en nuestro país conversa con 'La Vanguardia'

GRAF1603. MARBELLA (MÁLAGA), 10/04/2021.- El tenista español Carlos Alcaraz devuelve la bola a su compatriota Jaume Munar durante su partido de semifinales del Torneo de Marbella, este sábado en el club de Puente Romano. EFE/Antonio Paz

Carlos Alcaraz, la semana pasada en el Open de Marbella, donde alcanzó las semifinales tras superar a Feliciano López y Casper Ruud 

Antonio Paz / EFE

Son las siete de la tarde, hora de llamar a Carlos Alcaraz (17).

Me han pasado un número de contacto en la academia Equelite, en Villena.

Llamo a las 19.01 h y sale una voz:

–Denos cinco minutos: Carlos (Alcaraz) está acabando una serie y le atenderá enseguida.

Cuelgo y me espero los cinco minutos.

Me llama él, el mismo Alcaraz.

–¡Encantado de saludarle! –vocea.

Le pregunto:

–¿Qué estaba haciendo?

–Algo de bíceps en el gimnasio. Sentadillas, remo, fuerza en general...

–¿Qué peso mueve en sentadillas?

–Según el tramo de la temporada, muevo entre 85 y 90 kilos. Hago seis u ocho repeticiones. Hay que ir cogiendo piernas.

Entre sesiones de tenis y sesiones de pesas, Carlos Alcaraz se entrena alrededor de cinco horas al día.

–Me voy a comer temprano, ceno temprano, y me estoy sacando el carnet de conducir. No tengo tiempo para distraerme demasiado –me dice.

Me lo cuenta con alegría, como quien parece estar satisfecho de lo que hace. Lleva un año y medio residiendo en Equelite, desde septiembre de 2019, y ese hecho lo tiene en una nube: vive del tenis, lo ha soñado desde pequeñito.

–Vivo rodeado de tenis, ¿qué me va a hacer más feliz?

Los próximos años

“Si todo fuera bien, creo que dentro de tres años ya podría estar instalándome en la zona del Top 20”

Vive y vivirá, pues eso dicen todos.

Dicen que Carlos Alcaraz va a ser el referente del tenis en nuestro país para los próximos años. Y por eso, pese a su juventud y a su posición en el ránking ATP (es el 118.º, aunque sube como un rayo: hace un año era el 406º.), le conceden wild cards en todos los grandes torneos, una invitación para que vaya fogueándose con los mejores.

Le veremos en el RCTB, en estos días: también tiene una wild card para el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó.

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Sergio Heredia
Spain's Carlos Alcaraz reacts after beating Belgium's David Goffin in their their Great Ocean Road Open men's singles tennis match in Melbourne on February 3, 2021. (Photo by David Gray / AFP) / -- IMAGE RESTRICTED TO EDITORIAL USE - STRICTLY NO COMMERCIAL USE --

–Ya sabe lo que dicen de usted. Dicen que va a ser el nuevo Nadal. ¿Qué opina de todo eso?

(Guarda silencio. Ha programado la respuesta: es evidente que se lo han preguntado en más de una ocasión. Al final, contesta:)

–Soy consciente de lo que dicen, e intento no darle demasiada bola a todos esos comentarios.

¿Y le agobia?

En absoluto. No le presto atención.

¿Y por qué lo dicen?

Habrá quien piense que Nadal no está al nivel de antes, o que le queda poco para retirarse, así que se busca a alguien que le ilusione de cara al futuro. Desde luego, yo no comparto ese sentimiento.

¿Y usted se compara a Nadal?

Opino que cada jugador es único. Cada uno es quien es y tiene su camino. Pero le diré algo: no habrá otro como Nadal en la historia del tenis.

Y usted, a sus 17 años, ¿cree que está subiendo muy deprisa o cree que está donde tiene que estar?

Creo que estoy al nivel de competir con los mejores. Y las wild cards que me van concediendo para los Masters 1.000, 500 o 250 me hacen crecer muy rápido.

(...)

(Carlos Alcaraz se recuerda a sí mismo de crío, tampoco hace tanto, cuando acompañaba a su padre, Carlos, al Tenis Club de Campo Murcia. El padre competía y el hijo miraba al padre o se perdía por el recinto. Así eran sus fines de semana).

¿Su padre le enseñaba?

Mi padre tenía muchísimas raquetas y el club estaba al lado de casa. Yo tenía cuatro años. Mi padre me dejaba una raqueta y yo la llevaba arrastrando hasta un frontón, o hasta alguna pista desierta. A veces mi padre me tiraba bolas y yo intentaba golpearle. Cuando eres pequeño juegas con cualquier cosa, una pelota o una raqueta. Yo, con la raqueta.

Y su padre, ¿por qué jugaba?

Mi abuelo también había jugado. Esto me viene de familia, ya lo ve.

Carlos Alcaraz, en Melbourne 2021

Carlos Alcaraz, en Melbourne 2021 

Dave Hunt / EFE

¿Y qué nivel tuvo su padre?

No estaba nada mal. Fue el 50.º de España. Compitió hasta los 16 o 17 años. Ahora es el director de la escuela.

¿Jugó mucho con él?

Evidentemente, no llegué a competir con él. Me hubiera gustado, se lo aseguro.

Y así, entrenándose, ¿usted ha llegado a superarle?

Pues, no... La última vez que jugamos yo tenía ocho o nueve años. Aún me ganaba. Ahora, creo que ya caería...

¿Le vacila?

Hombre, somos padre e hijo. Alguna bromilla tiene que haber, ¿no?

(...)

(Cuando le pregunto por su futuro, me cuenta que aún le queda mucho por recorrer. Habla, por ejemplo, de la fortaleza mental).

–La mente es el fundamento del tenis, supongo que lo sabe.

Claro, claro...

Ahí es donde considero que flojeo.

¿En qué sentido?

No siempre logro mantenerme plenamente concentrado, o con calma. Lo estamos trabajando en los entrenamientos. Debo buscar la máxima intención en cada bola que pego. Si lo logro, no me costará hacerlo en los partidos.

¿Tiene psicólogo deportivo?

Isabel Balaguer me está enseñando mucho. Me enseña trucos que me están ayudando en las competiciones.

¿Dónde se ve a los veinte años?

(Otra vez, silencio. Se piensa la respuesta, es consciente de que tiene trampa: nadie quiere ser prisionero de sus palabras).

–Creo que en tres años debería estar instalándome en el Top 20.

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“Superar la cuarentena en un hotel en Melbourne me reforzó: esa rutina mental es básica en el deporte”

Dicen que usted y Jannik Sinner son el futuro, que van a saltarse a la gente de la Next Gen ...

Hay muchos jóvenes que juegan muy bien. No sé qué va a pasar.

¿Cómo ha vivido usted la pandemia?

Tuve suerte. Viví el confinamiento en la academia, con varios jugadores y con los empleados. Al menos no estaba solo ni encerrado. Pude hacer físico y mantenerme en forma. Quiero verlo en positivo.

¿Y la cuarentena de dos semanas en la habitación de un hotel en Melbourne, en vísperas del Open de Australia, su primer Grand Slam?

Aquello sí que fue duro, ¿eh? No podía respirar aire fresco ni abrir la ventana del cuarto. A diario, trabajaba el físico entre cuatro paredes. Como todos, me mantenía como podía. Ser capaz de aguantar eso sin altibajos ni estar deprimido me vino bien. Ya le he dicho que el aguante mental es decisivo.

¿Le mejoró?

Ya lo creo.

Cuando usted era un crío, ¿creció inspirado por alguien?

Hombre, por supuesto. Mi referente era Nadal.

¿Por qué?

Cuando le veo jugar, veo energía, fuerza, las ganas y la pasión por competir. Ha ganado todos esos veinte grandes, y aún quiere más. ¿No le parece algo increíble?

Y ha peloteado con él?

En Australia nos entrenamos juntos un par de veces.

¿Tanto pesan sus golpes?

Sus bolas vienen con mucho peso, muy fuertes. Diría que me sorprendió, aunque me lo imaginaba: me lo habían avisado.

¿Nadie golpea tan fuerte?

Rublev también le da muy duro.

¿Ve usted mucho tenis?

Veo mucho, aunque debería ver más. De lo que siempre estoy pendiente es de los resultados. Entro a menudo en el móvil, a ver quién ha ganado a quién.

¿Y ha buceado en YouTube? ¿Ha visto partidos de Borg, o de McEnroe?

Nunca he ido tan atrás. Pero sí he retrocedido hasta 2008, los tiempos de los grandes duelos entre Federer y Nadal.

(Recordémoslo: en aquel 2008, Alcaraz apenas tenía cinco años e iba de aquí allá arrastrando la raqueta hasta el frontón del Club de Campo Murcia).

¿Y cuándo se acabará la era de la Santísima Trinidad ?

Es increíble lo que hacen estos tres, ¿eh? Nadal, Federer, Djokovic... nunca habrá una rivalidad como la del Big Three. Son extraterrestres, no existen tipos así. Si están así, a sus años, no es una cuestión de suerte, ni una casualidad. La clave está en el trabajo, en el ser humildes y en el jugar cada día como si fuera el último.

Toni Nadal me contaba que el peor rival que tuvo nunca su sobrino es Djokovic. Que en la víspera de un partido ante el serbio, se volvían locos interpretando qué hacer para superarle. Para usted, ¿quién es el mejor de los tres?

Cada uno tiene su estilo y su método. Cuando Djokovic está fino, es galáctico. Pero a cada uno le debe ir mejor o peor el estilo del otro ¿no le parece?

(Carlos Alcaraz se despide sin prisas, agradeciendo la entrevista, deseando más charlas futuras. Entiendo que entiende que ha llegado para quedarse).

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