Zverev espabila a tiempo y sigue vivo en las Nitto ATP Finals

A pesar de su inmenso talento, Alexander Zverev sigue siendo uno de esos tenistas capaces de lo mejor y lo pero. A sus 23 años, el irascible carácter que no esconde en la pista ha impedido al alemán convertirse en una amenaza real para Djokovic, Federer y Nadal. Este miércoles ante Schwartzman se jugaba el seguir vivo en las Nitto ATP Finals y, a pesar de su enorme superioridad sobre el argentino en pista dura, salió vivo de milagro.

Zverev se acabó imponiendo por 6-3, 4-6 y 6-3 en un duelo emocionante pero carente de buen tenis hasta el último set. Más de dos horas de partido en las que el alemán mostró demasiados altibajos. Y eso que, a pesar de la ausencia de público en el Masters, en Londres ha demostrado sentirse cómodo ya que es la sede de su mayor gesta como profesional, cuando hace dos años se llevó este mismo torneo ganando al mismísimo Djokovic en la final.

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Zverev, capaz de lo mejor y de lo peor, acabó serenándose

A pesar de que el histórico entre ambos jugadores mostraba una sorprendente igualdad (2-2) la realidad confirmaba que la superioridad de Zverev sobre pista dura era absoluta. De hecho, hace menos de un mes, el alemán pasaba como un huracán por encima de Schwartzman en la final de Colonia. Un precedente que no auguraba nada bueno para el argentino en su enfrentamiento de Londres.

Zverev se acabó llevando un primer set en el que ambos tenistas cometieron demasiado fallos. El saque no parecía un factor, sucedidos los breaks por los dos bandos, y nadie parecía querer asumir el mando del partido. Schwartzman se defendía como podía ante un rival al que le bastó con tirar de calidad en momentos determinados para sumar su primer ‘punto’ en el marcador.

El gigante alemán mostró su peor cara en la segunda manga, alimentada por un creciente Schwartzman, que entró más en la pista y empezó a dominar los puntos como es habitual en él. Zverev se desquiciaba cada vez más, lanzando bolas a la vacía grada, gritando al aire y poniendo malas caras a sus entrenadores. No sabía cómo para a su rival y acabó desesperado, derrotado en la segunda manga.

La mejor versión de Zverev apareció en el tercer set. Una versión demoledora con el saque, sin dejar ni siquiera jugar al adversario. Fue la recta final del partido la más vistosa, con intercambios largos y algunos puntos excelsos. Aunque el dominio del alemán fue indiscutible, Schwartzman hizo lo que pudo para no sacar la bandera blanca antes de tiempo y puso en algún aprieto a su imponente rival. Pero no pudo hacer nada ante la superioridad del germano, que luchará con Djokovic en la última jornada para meterse en las semifinales de estas Nitto ATP Finals.