Anisimova, un soplo de aire fresco en Roland Garros
Tenis
La ‘teenager’ estadounidense sorprende a Simona Halep y se jugará el pase a la final ante Ashleigh Barty
Federer - Rafa Nadal: Tenis | Roland Garros 2019 en directo
No hay demasiados espectadores en la Philippe Chatrier.
Es mediodía, la hora de la comida, y en la pista 4 se está entrenando Rafael Nadal. Y entre unos y otros –los que comen y los que contemplan a Nadal– se despistan de lo que ocurre en la Chatrier. Allí, una teenager de 17 años, Amanda Anisimova, se lleva por delante a Simona Halep (6-2 y 6-4), la favorita del torneo, la última gran cabeza de serie (3) que quedaba. La campeona del año pasado.
Anisimova, mucho más agresiva (25 golpes ganadores, frente a los 16 de Halep), todo intensidad en la pista, ha roto las estadísticas. Ya es la primera adolescente en semifinales en París desde los tiempos de Jennifer Capriati, en 1990. Y ahora parece dispuesta a llegar hasta el final.
O eso mismo cuenta Halep, su víctima:
–He hecho lo que he podido –confiesa la rumana, cabizbaja.
Ashleigh Barty, que a esas alturas del día se ha deshecho de Madison Keys (6-3 y 7-5), coge aire y se confiesa:
–Si Anisimova ha llegado hasta aquí será por algo.
Y la comunidad del tenis se da la vuelta hacia Anisimova, la sensación del año, un soplo de aire fresco en el cambiante circuito femenino. No hay líderes en la WTA, no hay grandes cabezas de serie. Ocho nombres distintos van a ganar las diez últimas ediciones de Roland Garros: las otras semifinalistas son Johanna Konta y Marketa Vondrousova...
Los expertos ven a Anisimova en el Top 10 de inmediato. Ahora es la 51.ª del mundo. Las hemerotecas nos cuentan la historia de una tenista de origen ruso, hija de dos apasionados del tenis (Konstantin y Olga) que se habían mudado a Florida y que habían empezado a entrenar a su hija. La historia es un clásico. Se la hemos leído a Andre Agassi, en Open, su biografía. Se repite con Sampras, con Chang... También la hemos visto con Sharapova, la inspiración de Anisimova, aunque aquella –Sharapova– nunca cambió la nacionalidad.
–Honestamente, esto es mucho más de lo que pudiera haber imaginado –dice Anisimova, que no dice mucho más porque lleva poco tiempo tratando con la prensa.
En realidad, Amanda Anisimova ha salido por generación espontánea. La apuesta de los padres era Maria, la hermana mayor, jugadora de la que al final nada supimos. Se quedó por el camino.
–Hemos hecho todo lo que hemos podido para frenar a Amanda –confiesa Konstantin, cuyo plan era otro.
Durante un tiempo, la familia había tratado de preservar su desarrollo físico. Todos se habían centrado más en su tenis que en su juego, empeñados en evitar que la niña madurase demasiado deprisa.
No lo lograron.
El talento de Amanda Anisimova se desparrama.