Demasiado Federer para un Nadal terrenal
Masters 1000 Shanghai
El suizo arrolla al balear para llevarse un nuevo título en Shanghai (6-4 y 6-3)
Los dos más grandes del tenis volvieron a ofrecer una nueva batalla en su eterna y particular lucha por superarse. El episodio número 38 de esta rivalidad, celebrado en Shanghai trece años después de la primera vez, se lo llevó Roger Federer con una autoridad sobresaliente. El suizo hizo buena su teórica superioridad en pista rápida y con un partido extraordinario desquició a un Rafa Nadal, más cansado después de unas semanas de enorme exigencia. Tres breaks, uno en el primer set y dos en el segundo, dieron al traste con la suerte del número uno para llevarse el título (6-4 y 6-3). Demasiado Federer para un Nadal terrenal.
Cada vez que estos dos tenistas se miden la historia del deporte presta atención, pues pese a superar ambos la treintena, solo ellos han sido capaces de hacer norma lo excepcional sobre una pista de tenis. Desde aquel 2004 en Miami, donde un Nadal de tan solo 17 años sorprendió a un Federer ya campeón, sus duelos han marcado esta disciplina. 37 enfrentamientos, con este 38, en los que 14 han sido finales.
La edad parece haberle sentado de maravilla al suizo en su particular relación y en Shanghai logró su quinta victoria consecutiva sobre el balear
Desde ese 2004 su relación tanto sobre la pista como fuera de ella ha sido única. Amigos y archirivales, siempre se han mostrado aprecio y admiración, pero desde una rivalidad deportiva que ha trascendido al tenis. Los tiempos han ido cambiando y tras el dominio del suizo en un inicio, después llegó la época de esplendor de Nadal. Sin embargo, la edad parece haberle sentado de maravilla al suizo en su particular relación, y en Shanghai logró su quinta victoria consecutiva sobre el balear.
Federer se llevó el penúltimo Masters 1000 de la temporada con una excepcional lección de tenis. Dominó a Nadal con un juego electrizante y preciso y lo remató con un saque imparable. El mallorquín, que pasa por ser uno de los mejores restadores de la historia, no pudo inquietar nunca a un jugador impecable al servicio durante todo el partido.
Los problemas para Nadal llegaron muy pronto. Federer presionó al resto y llegaron las dos primeras bolas de break. Demostró el mallorquín su mejoría en el saque y las salvó con buenos servicios. Sin embargo, a la tercera no perdonó el suizo con un revés paralelo perfecto y logró la rotura en el primer juego.
El suizo ha cambiado el guión grabado a fuego en el pasado. Si antes era presa de la ansiedad en los inicios, el panorama es ahora muy diferente. En los últimos duelos entre ambos, Federer siempre ha comenzado tranquilo y con confianza en poder derrotar a Nadal, que ya no disfruta de esa histórica ascendencia sobre su rival. Las cuatro victorias consecutivas del helvético han hecho mella, cambiando una dinámica que formaba parte del histórico de duelos entre ambos tenistas.
El mallorquín, que pasa por ser uno de los mejores restadores de la historia, no pudo inquietar nunca a un jugador impecable al servicio durante todo el partido
Federer tocaba todas las líneas mientras Nadal, en su intención de ajustar los golpes, cometía más errores. Los ángulos del suizo desarbolaban al manacorense, que se equivocaba al intentar acortar los puntos. En cada golpe, el suizo demostraba tener golpes ganadores de sobra en su chistera. Nadal intentaba buscar golpes profundos, pero los ‘bote pronto’ del suizo eran un cuchillo afilado en cada ocasión.
El tenis de Nadal se ha vuelto más directo con el paso de los años, pero eso es algo que favorece a un jugador tan técnico como Federer en pista rápida. El suizo se convirtió en un frontón para marcar el ritmo del partido, encontrar ángulos imposibles y volver loco al balear. 16 ganadores en el primer set fueron la demostración de su superioridad.
El número uno sumó sus dos primeros juegos con la sensación de haber mejorado su nivel. Sin embargo, Federer contestaba con una lección al saque. El sexto juego duró tan solo 58 segundos, lo que tardó en poner la bola en juego cuatro veces el suizo. En el décimo, cerró el set, en 35 minutos, sin dejar sumar un solo punto a su rival.
En la segunda manga ambos dominaron su saque en los tres primeros juegos. Los puntos duraban poco, como prefiere Federer. En el cuarto, Nadal inquietó con el primer 30-30 del partido al saque del suizo. Pero este no solo salvó el juego, sino que en el quinto logró el break que terminaría dándole el triunfo.
Nadal fue perdiendo la fe en sus posibilidades ante el enorme nivel mostrado por su rival. Un tsunami constante que le obligaba a sacarse la pelota de encima más que golpearla con tranquilidad. Ni una sola bola de break tuvo a su favor el jugador de Manacor, superado en todas las facetas por su rival. Un nuevo break en el noveno terminó con la pesadilla para Nadal y dio el título a un Federer que con este resultado demuestra que peleará por el número uno hasta el final de temporada.