El Real Maadrid debutó esta noche en la Liga con una victoria muy trabajada en Almería tras remontar en la segunda parte el tanto de Ramazani con goles de Lucas Vázquez y Alaba, que marcó de falta en el primer balón que tocó.
Carlo Ancelotti nunca engaña cuando anuncia algo. Aseguró que iba a rotar más que la temporada pasada y revolucionó al once con cinco cambios respecto al de la Supercopa de Europa, cambios que afectaron al centro del campo y a la defensa y que no le sentaron bien al equipo.
La primera parte
Una pesadilla para el Madrid
La primera parte fue una pesadilla para el Madrid. Encajó un gol muy pronto, a los seis minutos, en la primera y única aproximación del Almería del primer tiempo y luego no supo cómo atacar una defensa bien plantada. El Madrid tuvo ocasiones porque chutó mucho pero chutó muy mal.
Este es el problema que ha de resolver el Madrid cada año en la Liga. De los 19 rivales, salvo tres o cuatro (Barcelona, Sevilla, Villarreal...) el resto le planta el autobús confiados en mantener el 0-0 y ya les toca el premio Gordo si cazan un gol en una contra al pelotazo para entonces echar el cerrojo al partido como sea, acumulando todo el equipo en torno al portero.
En el Madrid poco funcionó en la primera parte. La pareja de centrales Militao-Alaba dio paso a la de Nacho-Rüdiger y el alemán falló en el primer gol, un gran pase de Eguaras sobre Ramazani que este definió muy bien ante Courtois.
Los ataques
Vinícius llevó todo el peligro
A partir de ahí el Madrid tuvo que remar con oleaje en contra, como no le gusta. Sus ataques para encontrar una rendija fueron por la vía de Vinícius, que desbordó varias veces a Chumi, un central reconvertido en lateral por Rubi por el estado de necesidad de la plantilla andaluza.
Cuando un equipo juega mal siempre se echa en falta a los que no están. En los últimos diez años en los casos en los que el Madrid no elabora buen fútbol y no está Modric en el campo la cosa parece clara. Sin el croata el encargado ayer de suplirle era Camavinga, con Tchouaméni haciendo de Casemiro. Del Triángulo de las Bermudas como les llama Ancelotti solo estaba Toni Kroos.
Mala puntería
Benzema estuvo fallón
Ante un adversario tan replegado el Madrid fue mucho tiempo un equipo previsible, poco vertical, salvo cuando Vinícius hacía daño por su banda. Encontró algunos remates claros a centros del brasileño, pero Valverde chutaba con más potencia que colocación y Benzema tuvo un par de ocasiones claras, pero estuvo fallón en la definición. Fernando tuvo un par de intervenciones buenas y a Lucas Vázquez le anularon un gol por fuera de juego. El Madrid se mató a tirar saques de esquina sin efectividad.
Ancelotti vio feo el panorama y aprovechó el descanso para poner a Modric en lugar de Camavinga. En el minuto 58 trató de ganar remate dando entrada a Hazard por Tchouaméni, otro que no tuvo un debut brillante.
El empate
Lucas Vázquez resolvió en un rechace
La recomposición del equipo le aportó dividendos al Madrid enseguida. Empató en el 61 al resolver Lucas Vázquez un barullo tras una jugada iniciada por Vinícius y un rechace de Fernando.
El 1-1 fue una losa para el Almería, que empezó a caerse físicamente. Rubi introdujo cambios para refrescar a los suyos pero el decisivo fue el de Alaba por Mendy. El austriaco entró en el 75, cuando el Madrid se disponía a sacar una falta peligrosa que le habían hecho a Modric. Alaba pidió el balón a Kroos y lo colocó en un poste y para dentro. El 1-2 mató al partido. El Almería apretó los últimos minutos, pero el Madrid aguantó sin demasiados problemas. Tres puntos con más eficacia que brillantez. Esto del fútbol también va de oficio.