Bernardo: “No creo mucho en los cambios drásticos de mentalidad; soy paciente”
Entrevista
El central del Espanyol ha pasado de no contar para Gallego a ser pieza fundamental en el esquema de Machín
Bernardo Espinosa (Cali, 1989) fue el primer refuerzo del Espanyol en verano. Llegaba un central curtido en Primera División, pero hasta un extraterrestre le habría augurado poco protagonismo después de ver cómo empezó su andadura. Ahora, de no jugar prácticamente nada, ha pasado a jugarlo todo. La llegada del técnico Pablo Machín le ha convertido en el baluarte defensivo blanquiazul y él lo asume con la naturalidad y humildad de quien siempre está preparado para actuar, sea cual sea el contexto.
–¿Cómo está el ambiente dentro del vestuario?
–Excelente. La gente saca conclusiones desde el exterior pero desde dentro lo llevamos de una forma totalmente distinta. La dinámica de trabajo es buenísima, la confianza y la tranquilidad son muy grandes y facilitan muchísimo el trabajo. Las sensaciones están cambiando. Tenemos la responsabilidad de salir y estamos convencidos de que el camino es este.
–¿Cómo sientan las derrotas cuando se empieza jugando bien, como contra Valencia y Atlético?
–El fútbol es tan dinámico y apasionante que no hay una respuesta exacta de por qué ocurren las cosas. Estamos en una situación complicada en la que pequeños detalles marcan mucho la diferencia. Estos dos últimos partidos son la mejor muestra de haber merecido más. Los se resuelven por los goles y nosotros en este caso nos hemos acercado a la victoria pero sufrimos derrotas por cosas puntuales.
Encaramos estos dos partidos con la importancia que tienen, si hacemos las cosas bien tendremos premio”
–¿Ve la cara positiva de las derrotas, pues?
–Los dos últimos partidos fueron contra rivales grandísimos que exigen muchísimo e hicimos cosas muy bien. Son aprendizajes. Estoy seguro de que nos servirán para mejorar, para hacer las cosas bien y que signifiquen resultados.
–¿Llegarán contra el Getafe?
–Nos gustaría que llegaran lo antes posible, pero el fútbol es un largo camino en el que si se hacen las cosas bien llegarán.
La paciencia es importante pero de ella no se vive”
–¿Si llega la victoria, estarán más sueltos?
–No creo mucho en los cambios drásticos de mentalidad. Soy más de ser paciente, responsable. Tenemos que ganar muchísimos puntos para salir de donde estamos y el camino es el que estamos llevando. Vamos a encarar estos dos partidos con la importancia que tienen. Si seguimos haciendo las cosas bien tendremos premio, con tranquilidad y confianza. En estos dos partidos que vienen en casa tenemos muy buenas oportunidades para corroborar lo que hemos hecho bien y salir de ahí abajo.
–¿Es la paciencia una de sus señas de identidad? Al principio no parecía contar para David Gallego y mírese ahora.
–Va de la mano con la constancia, el trabajo, el esfuerzo y con el deseo de que eso signifique regularidad. El día a día en el fútbol es lo más importante. De las circunstancias en las que no vives la situación más deseosa también hay que sacar las cosas positivas. La paciencia es importante pero de la paciencia no se vive y no se mantiene uno al nivel necesario para cuando llega la oportunidad aprovecharla. Si algo me ha enseñado mi carrera, más o menos larga, es que el fútbol cambia de un día para otro y hay que estar preparado en esa transición.
Hay que alimentar la espera de trabajo y fe en uno mismo para cuando llega la oportunidad”
–¿Qué cambió?
–Nunca he dejado de creer en mí mismo, ni en el proyecto que me marqué a principio de temporada, que era volver a un grandísimo club y en un año ilusionante. Las circunstancias que he podido vivir en estos primeros meses no han cambiado mi manera de trabajar ni de entregarme. La paciencia es una cosa importantísima, no sólo en el fútbol sino en la vida, y hay que saber esperar, pero hay que alimentar la espera de trabajo y fe en uno mismo para cuando llega la oportunidad aprovecharla, que es lo que hago ahora mismo.
–¿Con la llegada de Pablo Machín sintió que tenía una oportunidad buena para volver a jugar?
–Los cambios llegan con nuevas oportunidades. Con el míster ya había trabajado, en mi etapa en Girona depositó mucha confianza en mí, disfrutamos de un año deportivamente excelente y sentí que exprimió en mí un gran rendimiento. Era una gran oportunidad. Ya conocía la dinámica, la exigencia, lo que pide de cada sitio...
Soy un defensor de las estrategias porque son pequeños detalles que pueden marcar un partido”
–¿Estaba preparado para asumir tantas responsabilidades de pronto? Como por ejemeplo en las jugadas ensayadas.
–Trabajamos diariamente para estar preparados. Siempre he tenido la posibilidad de contribuir con goles, de entrar en las jugadas a balón parado y en estrategias. El míster me ha conocido en esa faceta anteriormente. Soy un defensor de las estrategias porque son pequeños detalles que pueden marcar un partido.
–Contra el Levante debutó como goleador.
–El día que ganamos al levante hicimos un excelente partido a nivel colectivo y ganamos con un balón en estrategia. Tenemos que darle la importancia que tiene. He sabido esperar mi momento e intento aprovecharlo ahora. Haber estado un año entero con el cuerpo técnico me ayuda a entender qué es lo que espera de cada situación, a sacar el máximo provecho e intentar aprovechar para que mis compañeros también puedan entender el mensaje desde otro punto de vista. Siempre me hacía especial ilusión cuando algunos compañeros me decían que cuando estaba en Girona teníamos muchas jugadas a balón parado, que éramos un equipo muy valiente en estrategia y hacíamos daño.
Cuanta más eficacia tengamos en el área a nivel defensivo estaremos más cerca de ganar”
–¿Se definiría como un central de los de antes?
–El fútbol ha evolucionado muchísimo. Soy el que está más cerca de la portería, la responsabilidad en los fallos es mucho más grande y estoy expuesto a situaciones críticas y determinantes. El grado de fallo ha de ser el mínimo. Hay que priorizar para lo que estás en el puesto, que es evitar el gol y contribuir en ataque. A veces nos gusta jugar más y no lo hacemos por fidelidad al sistema y a la responsabilidad. Me gusta poco definirme, pero sin duda intento minimizar esos riesgos.
–Se habla mucho de la falta de gol, pero además siguen recibiendo muchos goles.
–El fútbol moderno ha llevado a un grado de competitividad tan alto que la eficacia se demuestra y se marca en las áreas. Se definen los partidos por detalles y contundencia en las áreas. Cuanta más eficacia tengamos en área a nivel defensivo estaremos más cerca de ganar. Tenemos que reducir los goles que estamos recibiendo. Estamos en la línea de poder hacerlo, porque a equipos con mucho potencial les está costando.
El fútbol me enseñó que plantearte objetivos a tan largo plazos no sirve”
–¿Cómo se cambia?
–La mayoría de la gente dirá que va con la dinámica, a mí me parecerá ventajista. Sabemos que cuanto menos oportunidades tenga el menos goles encajaremos. Tenemos que mejorar en ese aspecto y en la eficacia arriba. Así se marcará la diferencia. Estamos en el camino y sabemos por dónde tenemos que ir.
–Para acabar, ¿dónde se ve el año que viene?
–En una pretemporada exigiéndome al máximo para contribuir con lo que quiero en mi carrera. El fútbol me enseñó que plantearte objetivos a tan largo plazos no sirve. Quiero aprovechar al máximo este año, que sea un excelente año a nivel colectivo y que nos refleje a todos un grandísimo año a nivel personal para que nos permita marcarnos retos muchísimos más ambiciosos para el siguiente. No me preocupa, y es lo que me hace disfrutar cada día de mi profesión, intentar que la exigencia sea la máxima siempre.