Inglaterra da la sorpresa y elimina en semifinales a los All Blacks
Inglaterra, 19 - N. Zelanda, 7
El XV de la Rosa dominó de principio a fin a Nueva Zelanda y jugará su cuarta final del Mundial de rugby
Inglaterra hizo historia en Yokohama (Japón) al acabar con el dominio de los All Blacks en la Copa del Mundo de rugby y clasificarse por cuarta vez en la historia para la final. El XV de la Rosa ganó (19-7) a los campeones de las dos últimas ediciones y se jugará el título contra el ganador del partido entre Gales y Sudáfrica que se jugará este domingo.
Los ingleses hicieron un partido para la historia tras conseguir Manu Tuilage un ensayo a los dos minutos de comenzar el partido y ponerse 7-0 tras la transformación de Owen Farrell. Espoleados por el resultado, los ingleses siguieron jugando más minutos en campo neozelandés y rubricaron un primer tiempo histórico con un golpe de castigo pateado por George Ford que dejaba el marcador en 13-0 al descanso.
Los ingleses se pusieron 7-0 a los dos minutos y defendieron atacando su ventaja
Los neozelandés se vieron sobrepasados por la intensidad inglesa en ambos lados del campo. Ford amplió la diferencia a los diez minutos de la reanudación con un nuevo golpe de castigo e Inglaterra se conjuró para no dejar escapar su gran oportunidad para acabar con el reinado de los All Blacks.
El único error grave del equipo dirigido por el australiano Eddie Jones propició el único ensayo del partido de los neozelandeses cuando quedaba 23 minutos para el final. Un error en una touche lanzada por los ingleses cerca de la línea de marca regaló el ensayo a Ardie Savea para poner el marcador 13-7 tras la transformación de Richie Mo’unga.
Nueva Zelanda solo fue capaz de anotar aprovechando un error de los ingleses en una touche
Inglaterra optó por defenderse atacando. Un nuevo ensayo de los neozelandeses podría haberle dado la vuelta al partido. La jugada le salió perfecta a los ingleses que cinco minutos después del ensayó neozelandés sumó tres puntos más con un golpe de castigo anotado por George Ford, que llevó la tranquilidad al XV de la Rosa (22-7) con 17 minutos por delante.
Nueva Zelanda perdió su fortaleza como grupo e intentó el milagro con acciones individuales ante un rival crecido que hizo subir al marcador el definitivo 19-7 con un nuevo golpe de castigo, el cuarto, anotado por el implacable George Ford, máximo anotador del partido con 12 puntos.