Emoción, pero contenida. Alegría, pero sin pasarse. Anni Espar se paseaba por la zona mixta de la majestuosa piscina Tatsumi satisfecha, pero reflexiva. “No lo hemos celebrado como hace nueve años porque no podemos gastar ni un gramo extra de energía. Nos queda un partido. Ya festejaremos el sábado”, señalaba la jugadora del Mataró. La selección femenina de waterpolo acababa de clasificarse para la final tras batir a Hungría en un partido en el que siempre llevó el timón. Por segunda vez en la historia España buscará el oro. Lo hará mañana (9.30, hora española) frente a la poderosa Estados Unidos. Como en el 2012 en Londres, pero de manera muy diferente.
“Entonces éramos la novedad, la sorpresa, estábamos alucinadas con lo que habíamos conseguido y lo celebramos a lo grande. Ahora, no, llevamos muchos años en la élite y queremos ir a por el oro. Tenemos que descansar bien, analizar los vídeos, reunirnos entre nosotras y con los técnicos y preparar muy bien el encuentro”, afirmaba Laura Ester, vital ayer con sus paradas. Espar y Ester son dos de las seis jugadoras que ya estuvieron en el 2012. Por eso ya han pasado por esa experiencia y la quieren transmitir. “Somos un equipo muy distinto a entonces, esta vez podemos ganarles, son más humanas que otras veces, más batibles, más asequibles. Son muy buenas, pero nos vamos a dejar el corazón en el agua. Para ganar, eso sí, tenemos que hacer un partido de diez”, clamaba Maica García, para quien esta será también su segunda final olímpica.
“No podemos gastar un gramo extra de energía en celebraciones, ya lo haremos el sábado”, decía Espar
Que sean veteranas en estas lides no significa que no se emocionen. Ester, de pronto, dejó escapar las lágrimas abrazada a Maica García. “Es que llevamos desde los 15 años compartiendo vivencias y experiencias también en clubs y en la selección y estar de nuevo a un paso del oro es tremendo”, argumentaba la portera.
En cambio, para Judith Forca el partido de mañana será un nuevo mundo. “Buff, es algo en lo que siempre piensas, que lo deseas siempre. Es maravilloso”, manifestaba entre sollozos. Más serena, se centraba en Estados Unidos. “Nuestro trabajo no ha acabado, queremos ganar la final y lo vamos a dejar todo en el agua para conseguirlo. Hemos de defender, defender y defender”.
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El hecho de que las estadounidenses ya hayan perdido un partido en este torneo (cayeron precisamente contra Hungría) solo hace que alimentar las esperanzas de España. “Por supuesto, tenemos un ejemplo que seguir, si conseguimos empezar bien y que tengan dudas,pueden ponerse nerviosas. Ya han visto que otros equipos estamos trabajando mucho para recortar diferencias”, analizaba Maica García. Otro ejemplo se produjo ayer cuando las estadounidenses pasaron apuros ante Rusia para imponerse en la primera semifinal. Solo al final pudieron escaparse (15-11).
España afrontará el partido por el título tras haber jugado un waterpolo muy sólido durante todo el torneo. Solo perdieron un encuentro, ante Holanda. Saben muy bien lo que hacen, y en las semifinales lo demostraron con un partido muy sólido en el que llegaron a ganar por 5-1. Únicamente en el tramo final Hungría recortó distancias, pero con el 8-6 España tiró de experiencia y de Ester y no pasó más agobios. Destacable el partido de la portera, el de Espar, con tres goles, y las apariciones de la joven de 16 años del Rubí Elena Ruiz. Con esta mezcla de jugadoras que lo han ganado casi todo, menos el oro olímpico, y noveles que abren los ojos como platos, España va en serio a por el título.