"De infarto en infarto", confesaba Fátima Gálvez, flamante campeona olímpica de foso mixto junto a Alberto Fernández, tras haber ganado la gran final contra San Marino. Ambos conquistaron la primera medalla de oro de la delegación española en Tokio 2020 en una competición agónica contra la difícil pareja de San Marino que se decidió en el penúltimo disparo.
Fernández estuvo impecable. Sólo un fallo en toda la jornada. Traspira calma por todos sus poros el medallista español tanto en competición como ante los micrófonos. "Somos un equipo, para mí era un juego y me lo estaba pasando pipa y con Fátima es muy fácil hacerlo porque es la mejor".
Sufrió más Fátima. Comenzó con tres errores consecutivos pero no se vino abajo. "La final no determina la calidad de tiro que tenemos. A él (Alberto Fernández) sí se le ha visto. Yo he sufrido un poco más, no veía el plato en la salida, pero tenía la confianza de que iba a salir todo bien. Veníamos preparados mentalmente y lo hemos conseguido", explicó la de Baena.
Su victoria es además la primera en la historia de esta competición en una modalidad debutante en los Juegos Olímpicos. "Era la primera vez que se competía en esta especialidad . Hemos competido muchísimas veces pero nunca se ha visto la calidad de tiro que teníamos y sabíamos que en Tokio nuestro sueño se iba a hacer realidad", confesó Fátima.
Vamos a seguir trabajando para vernos en París juntos"
Campeón de Europa y del mundo, el oro olímpico se le resistía a Fernández. Pero su ambición no cesa en Tokio. "La espera merece la pena. Siempre. Muy contento, a seguir trabajando y a vernos en París juntos", amenazó.