Yo ya me vacuné porque soy policía pero me consta que mis compañeros del equipo ya están también en el proceso de vacunación”. Hace unas semanas este diario conversó con el piragüista Saúl Craviotto, que encara en Tokio sus cuartos Juegos Olímpicos y que será, junto a Mireia Belmonte, el abanderado en la ceremonia inaugural. Confirmaba así que la delegación del Comité Olímpico Español (COE) había puesto en marcha la inmunización de los deportistas, auxiliares, técnicos, personal administrativo e incluso de los medios de comunicación que han de desplazarse a Japón para unos Juegos que arrancarán el 23 de julio.
El Comité Olímpico Internacional (COI) no obliga a los deportistas a competir previa vacunación pero sí lo recomienda encarecidamente. El COE se puso manos a la obra y su presidente, Alejandro Blanco, dialogó durante meses con el Gobierno. Al final llegaron a un acuerdo y el proceso está siendo coordinado por tres ministerios, el de Cultura y Deporte, el de Sanidad y el de Defensa, pues las instalaciones y el personal de las Fuerzas Armadas están siendo utilizados para inmunizar a los olímpicos. El número de vacunados será de alrededor de unos 1.000 puesto que también se incluyeron dentro del programa a aquellos deportistas que aún no estaban o no están clasificados para la cita nipona pero que todavía tienen opciones de obtener su billete.
Según fuentes del COE una parte de la delegación, la que componen principalmente los deportistas, están siendo vacunados con dosis que proporciona Sanidad mientras que otro grupo, formada sobre todo por periodistas y personal anexo han recibido las dosis que aportó el COI a sus comités olímpicos nacionales. Los países con más posibilidades de vacunación han decidido ceder una parte de las vacunas otorgadas por el COI a aquellos países con más dificultades en esta materia.
Acuerdo con el COI
En un programa coordinado por Sanidad, Cultura y Defensa los olímpicos reciben la vacuna Pfizer
Las vacunas comenzaron a administrarse el 17 de mayo cuando las recibieron integrantes de las disciplinas de hockey, fútbol, baloncesto, balonmano y atletismo (larga distancia), así como dos representantes paralímpicos (Eduardo Santas Asensio, ciclismo, y Jorge Cardona Márquez, tenis de mesa). La primera dosis ya ha sido administrada en más de 900 representantes de la delegación olímpica que han pasado por las instalaciones de las Fuerzas Armadas situadas en distintas zonas de España. En algunos casos, se están inyectando las segundas dosis. Todos los olímpicos españoles están siendo inmunizados con vacunas Pfizer.
El hecho de acudir a los Juegos vacunados no librará a la delegación española de la retahíla de restricciones y normas que tendrán que seguir una vez pisen territorio japonés. Tokio tiene como objetivo construir una enorme burbuja para que el coronavirus no perturbe más si cabe la vida en la villa olímpica.
Los participantes deberán pasar test diarios de covid durante la competición, amén de haber aterrizado en Japón con dos pruebas PCR efectuadas en los días anteriores a su llegada. Esta medida se añadirá a otras ya anunciadas como su aislamiento dentro de las instalaciones olímpicas y la restricción de sus movimientos. Los participantes en los Juegos deberán remitir además un plan de actividades especificando todos sus movimientos previstos y atenerse al mismo, así como reducir al mínimo el contacto con otros atletas, según el manual emitido por el comité organizador, que también advierte de que incumplir estas directrices podría conllevar la descalificación de los atletas y de su personal.
El número
La cifra de vacunados ronda los 1.000 pues se incluyeron deportistas aún no clasificados
Los deportistas y auxiliares sólo podrán emplear los medios de transporte oficiales facilitados por la organización y no el transporte público, y únicamente podrán comer en instalaciones de sus alojamientos y en las sedes de entrenamiento y de competición. Todo sea por el desarrollo seguro de los Juegos.