Magic Messi, la Libreta de Van Gaal y la historia del fútbol se dieron cita en Qatar. El genio pudo con el laboratorio en medio de la agonía y con la ayuda del portero Emiliano Martínez para decidir un encuentro que ya pertenece para siempre al caviar de los Mundiales. Porque Leo estaba en un tris de meter a su equipo en semifinales haciendo más buenos a unos compañeros que van muy justitos. Cogió el cartabón y la escuadra y le dijo a Nahuel Molina “métela” y fue a dentro. Tomó la responsabilidad después y marcó de penalti. Arquitecto y goleador. Ya no regatea como antes pero camina como siempre y es más sabio que nunca para pilotar a una selección que nada en la angustia pero no se ahoga. Va vadeando el río hasta alcanzar la ribera. Siempre dramática, siempre maximalista, la hinchada argentina pasó por toda la gama de emociones hasta estallar de alegría.
Leo Messi, feliz
Hasta el límite
El argentino sigue avanzando con una selección que nada en la agonía pero no se ahoga
Porque delante la naranja menos mecánica que se recuerda sacó la cabeza. Lo hizo con la Libreta de Van Gaal. Porque hay entrenadores que piensan que el plan B es mejorar el plan A aún a riesgo de terminar perdiendo. Pero hay otros que se reinventan y dejan el purismo para tiempos más boyantes. Louis van Gaal ha demostrado ser de los segundos. Camino de su jubilación en los banquillos Van Gaal ha tenido a su cargo a un conjunto de futbolistas más bien limitados y no le ha hecho ascos a cubrirse con una buena manta. Y si hay que lanzar balonazos a la olla para equilibrar el encuentro se tiran. Y si hay que poner a dos tanques de toda la vida en el área, se ponen. Y si hay que practicar el fútbol directo, se practica. Lo cierto es que solo con esas decisiones cambió el partido ante Argentina. Ahora ya poco le importa el qué dirán. Pero nadie le podrá quitar que, con casi todo perdido, sus hombres pusieron en práctica una jugada inverosímil La falta botada en corto desde la frontal del área en el último suspiro del tiempo añadido para forzar la prórroga ya ha entrado en los anales de la historia del fútbol. Esa acción imprevisible, impresionante e increíble es para verla repetida una y mil veces. Como un penalti sacado en corto. Como una jugada individual de área a área. Por el momento, pero sobre todo por ser un conejo sacado de la chistera. No les sirvió para estar en semifinales. Messi sigue avanzando. Cada vez más cerca. Qué agonía. Qué magia. El fútbol también es esto.
Laboratorio
Van Gaal demostró ser un entrenador capaz de reinventarse en la necesidad
Lee tambiénSuscríbete a La Vanguardia y disfruta del Mundial por 14,99 euros
