El Mundial se mantiene quizás como el único reducto donde el peso de la camiseta aún cuenta, juega y hasta gana los partidos. No es lo mismo el rosa de Corea del Sur que el azul de Francia. No asusta de la misma forma la elástica de Polonia que la de Alemania, aunque ambas sean blancas. Pero ninguna impresiona más que la amarilla de Brasil, el equipo de Pelé, de Garrincha, de los cinco dieces, de Sócrates, Zico, Romário, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho o ahora Neymar. La canarinha busca su sexto título mundial en Qatar, un torneo que alumbrará a una generación que nunca ha visto al pentacampeón ganar.
Hay un grupo de estrellas, que ya va a tener un peso en esta edición, que nació después del 30 de junio de 2002. Ese día Brasil doblegó a Alemania en el estadio de Yokohama con dos goles de Ronaldo a Oliver Kahn. Así que ellos no quedaron traumatizados por el peinado del felpudo del Fenómeno brasileño, se perdieron el tanto de Hakan Sukur a los 11 segundos del partido por el tercer puesto o no recuerdan el invento del gol de oro pues el último en un Mundial lo marcó Ahn en la prórroga del Corea del Sur-Italia de octavos.
Tres canteranos del Barça
Además de Gavi y Ansu Fati, el trabajo de la Masia se ve en la irrupción de Simons, que se marchó en 2019
Se trata de unas jóvenes promesas que en algunos casos ya llevarán galones en sus selecciones, otras intentarán presentarse en sociedad y también habrá quien se quede con un papel anecdótico en ese su primer Mundial, que les ha llegado pronto. Sin olvidar que Pelé ganó en Suecia 1958 con 17 años o que Mbappé hizo lo mismo hace cuatro años sin haber llegado a los veinte.
El caso de Pedri (2002), que cumplirá los 20 en pleno Mundial, es especial porque para el canario del Barcelona ya es su segundo gran torneo tras la Eurocopa de 2021, donde ya fue titular y fue elegido mejor joven del torneo. No es nuevo que a Luis Enrique le gusta trabajar con gente joven. Porque tres de esta generación juegan con España. Son, además de Pedri, Ansu Fati (de octubre de 2002) y Gavi (2004). El delantero tiene desde 2019 el récord de goleador más precoz de la Champions. El interior andaluz apenas tenía cinco añitos el día que Iniesta batió a Stekelenburg en Johannesburgo para dar a la roja su primera estrella en el pecho.
Los mejores ejemplos
Pelé se coronó por primera vez con 17 años y en Rusia fue Mbappé quien ganó el Mundial con 19
La cantera del Barça estará bien representada pues Xavi Simons (2003) también se estrena en una lista de los Países Bajos. El neerlandés estuvo desde 2010 a 2019 en la Masia hasta que fichó por el PSG, donde jugó once veces con el primer equipo. Este verano ha llegado al PSV, donde ya suma diez goles pese a su puesto de centrocampista.
Alemania es otro de los países que cuida y promociona a los imberbes. Flick no ha dudado en llamar a Jamal Musiala (2003), que este sábado llegó a los 100 partidos con el Bayern, y a Youssoufa Moukoko (2004), que se hará mayor de edad el mismo día que se inaugura el Mundial. Sin tener los 18, el punta ya ha disputado 59 partidos con el Borussia Dortmund en los que ha celebrado 11 goles (6 este curso).
Los más cotizados
Pedri, Bellingham y Musiala ya estuvieron en la última Eurocopa y ahora tienen galones
En Dortmund, Moukoko es compañero de Jude Bellingham, una de las esperanzas de Inglaterra, que lleva 56 años aguardando para repetir victoria. Nacido en 2003, ya estuvo en la última Eurocopa (55 minutos) pero ahora ya está mucho más maduro.
Otro buen caladero es Bélgica, donde destaca el central Debast, de 1,91 metros, que debutó con 16 años en el Anderlecht, donde ya es un fijo. Con 19 no es raro verle formar defensa en la selección con los veteranos Vertonghen y Alderweireld. En la Crocia de Modric, el otro Luka es Sucic, del Salzburgo y que en 2021 le hizo un gol al Barça en pretemporada.
Nacidos en 2004
El alemán Moukoko cumple los 18 años el día que arranca el Mundial y el australiano Kuol, hijo de refugiados, jugará en el Newcastle a partir de enero
Por su parte, Estados Unidos lleva tiempo trabajando en las categorías inferiores, de cara a su Mundial, y los frutos empiezan a verse con Yunus Musah (Valencia), Scally (Mönchengladbach) y Gio Reyna (Dortmund), cuyo padre jugó cuatro Mundiales. Mientras tanto, en Australia hablan maravillas de Garang Kuol (2004), de padres refugiados de Sudán del Sur, al que ya ha echado el lazo a partir de enero el Newcastle.
No estarán solos en Qatar. África, representada por Ghana, Túnez, Marruecos, Camerún y Senegal, es garantía de juventud. En cambio, en Francia, Argentina o Brasil sus técnicos han optado por equipos consolidados. La generación 2002 pide paso.