La ilusión de 2.600 socios, que hoy se convertirán en 4.000 para llenar el Nou Sardenya, servirá como inspiración al CE Europa, histórico pero modesto equipo de Barcelona, en su enfrentamiento en la segunda ronda de la Copa del Rey contra el Las Palmas, que hace solo tres días derrotó al Barça en Montjuïc. Después de muchos años, el equipo de Gràcia vuelve a estar en el foco por motivos deportivos, y el optimismo se ha disparado en el club. Existe la sensación de vivir una oportunidad única, y eso convierte al CE Europa en un rival de mucha enjundia, como reconoce Carles Mur, directivo del equipo. “Soñar es gratis, sobre el papel el Las Palmas viene de ganar al Barcelona, acaba de jugar ante 40.000 personas y ahora lo hará ante 4.000. Pero en unas condiciones distintas, con césped artificial. Pensamos en ganar, por supuesto que sí. Puede pasar cualquier cosa”, asegura.
La directiva del Europa está compuesta por once personas, ninguna de ellas se dedica a tiempo completo y todos tienen sus trabajos al margen del ilusionante proyecto del Europa, lo que implica un esfuerzo personal muy grande. “Ahora estoy en la oficina donde trabajo y sobre las cinco y media llegaremos al club y saldremos a las diez de la noche segurísimo para que todo funcione. Le estamos metiendo todos bastantes horas, porque es un partido con cierta complejidad por ciertas normas que nos impone la Federación en esta ronda”, reconocía Mur en la mañana de ayer a La Vanguardia .
El presidente Ibar revela a este diario que la valla que cedió ante el Sant Andreu ya ha sido reemplazada
El partido frente al Las Palmas supondrá una importante inyección económica que “ayudará a pagar las facturas”, pero además se trata de “una ilusión tremenda”, dice Mur. “Nos cambia la foto por muchas cosas. Para un equipo de 2.500 socios de Barcelona, siempre bajo la sombra de los grandes y con muchas limitaciones, porque somos un equipo de los socios, esto es brutal. Estar en la televisión, tener repercusión, que la gente hable de nosotros... Estamos muy felices”, reconoce.
El presidente del club, Héctor Ibar, asegura que en lo económico este partido tiene un “doble efecto”, debido a “una subvención que viene de las televisiones, que nos viene de maravilla”, y la propia recaudación, que será mayor porque tanto los socios como los no socios pagarán por su entrada.
Ibar explica a La Vanguardia que este partido ha conllevado mucho trabajo extra, empezando por sustituir la valla que cedió en el partido contra el Sant Andreu, provocando su suspensión, y que fue instalada el pasado viernes. El pago ha sido adelantado por el club, pero el Ayuntamiento, propietario del estadio Nou Sardenya, se hará cargo más adelante. “La adecuación del campo, con varios cambios como quitar las porterías de fútbol siete, mejorar algunas cosas del césped, cambiar los soportes de las porterías, que al parecer no son legales. Pero también la iluminación, la prensa, ya que no estamos acostumbrados a que se acrediten tantos medios. Todo esto supone un esfuerzo adicional. Luego toda la logística de las entradas, que es muy compleja”, resumió.
Ibar apela al ambiente que se genera en el estadio como arma principal para superar una eliminatoria muy difícil. “Los jugadores están muy ilusionados. Derrotar al Albacete generó un ambiente de positividad. Además, jugamos en nuestro campo, de unas dimensiones inferiores a los de Primera. Aquí el público está muy cerca y se crea un ambiente que genera una presión fuerte sobre el equipo rival. Por ahí es por donde apostamos y jugaremos nuestras bazas”, concluye.
Además del Europa, su eterno rival en la Ciudad Condal, el Sant Andreu, también se encuentra inmerso en esta ronda de la Copa del Rey. Los quadribarrats recibirán mañana en el Narcís Sala a otro Primera, el Betis. También el Olot, equipo al que el Europa derrotó el pasado fin de semana, se enfrentará al Sevilla. Nàstic-Huesca y Logroñés-Girona completan la nómina de equipos catalanes en esta ronda, junto al Espanyol, que esta noche buscará su pase ante el también modesto Barbastro, de Segunda Federación.