Juan Román Riquelme dio ayer un ejemplo de cordura y valentía al impedir una batalla campal casi segura entre policías y ultras de Boca Juniors presentes en Rosario, donde el equipo xeneize se enfrentaba al Gimnasia y la Plata en los cuartos de final de la Copa Argentina. El exjugador del Barça bajó del palco cuando vio que la situación se tensaba y empujó a sus barras bravas hacia atrás para evitar el enfrentamiento.
El equipo bonaerense ganaba por la mínima cuando se produjo un enfrentamiento entre hinchas de ambas aficiones que obligó a suspender el partido. La policía presente en el estadio tuvo que intervenir para impedir que la pelea se produjese, pero en ese momento los hinchas de Boca se encararon también con los cuerpos de seguridad.
Los aficionados más radicales de los bonaerenses pretendían cruzar el campo por el césped para poder llegar a la ubicación de la afición platense. La reyerta había comenzado con el lanzamiento de butacas. La policía procedió a lanzar gas pimienta. La tensión iba creciendo mientras toda Argentina asistía conmocionada.
Pero en medio de la tensión apareció Riquelme para pacificar la situación. “Yo estaba mirando la situación desde arriba, vi lo que estaba pasando y me salió bajar y estar con la gente, yo amo a los hinchas de Boca“, aseguró Riquelme.
Yo estaba mirando la situación desde arriba, vi lo que estaba pasando y me salió bajar y estar con la gente, yo amo a los hinchas de Boca“
”A veces como criticamos mucho a los hinchas de cualquier equipo o a los policías, yo tengo que agradecer el accionar de los policías porque entendieron que tenían que frenar, que había muchos chicos, muchas familias y pidieron disculpas por las balas de goma que tiraron", dijo luego el presidente de Boca.