Eran las 00.48 cuando Berenguer chutaba el cuarto penalti de la tanda del Athletic y batía a Greif. El futbolista se quitaba la camiseta y entre la afición rojiblanca se desataba la alegría. El éxtasis iba desde Sevilla hasta Bilbao. Han sido 40 años de espera para volver a levantar la Copa. La celebración de la gabarra tendrá que esperar al viernes para salir por la ría porque es cuando habrá marea alta.

La grada de aficionados del Athletic salta de felicidad

Los jugadores del Athletic mantean a Ernesto Valverde

Los futbolistas del Athletic corren mientras los del Mallorca se lamentan

Seguidores del Athletic cayeron de la grada en la celebración del penalti decisivo

Su Majestad Felipe VI presidió la final en La Cartuja

Dos aficionadas con la ikurriña como capa y unos claveles en el pelo

Unai Simón recortó la red de la portería y se la llevó de recuerdo