El foco en Vinícius
El amistoso de España contra Brasil
El extremo del Real Madrid jugó un partido muy malo y Endrick se llevó el protagonismo al marcar nada más salir.
Vinícius jugó como visitante y no pasó nada. El Bernabéu le aplaudió cuando cantaron su nombre por los altavoces en los preliminares y ese fue casi todo el protagonismo del brasileño, desaparecido en combate los 70 minutos que jugó. El madridismo militante que había en el Bernabéu, si venía dispuesto a festejar a Vinícius, acabó encantado con el joven Endrick, que salió al comienzo del segundo tiempo y marcó a los cuatro minutos de pisar el césped del que va a ser su campo desde la próxima temporada.
La canarinha salió de inicio en la segunda parte con la que puede ser la delantera del Madrid: Rodrygo, Endrick y Vinícius si no fuera porque Mbappé parece tener asegurado el puesto que le dé la gana.
La primera parte
Muy poco de Brasil
En una canarinha que empezó dando una impresión muy pobre Vinícius fue uno más pese a ejercer la capitanía y ser el evento prácticamente un acto de desagravio que se le ofrecía pactado en su día por el ex presidente de la Federación, Luis Rubiales, con el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues.
Vinícius ocupó la banda izquierda del ataque, como suele hacerlo en el Madrid. Por el centro venía su compañero de club, Rodrygo, y en la otra banda el azulgrana Raphinha, uno de los jugadores que más se ha solidarizado con él y más le ha defendido.
Sin embargo, a diferencia desus mejores días en el Madrid Vinícius apareció poco, y cuando lo hizo se encontró con otro compañero, Dani Carvajal, que defendía el lateral derecho. El de Leganés ya había advertido la víspera que no iba a tener contemplaciones y que iba a entrar fuerte. No le hizo mucha falta porque Vinícius apenas apareció un par o tres de veces por las inmediaciones del área española. Entre Carvajal y Le Normand se apañaron para secarle sin hacerle una falta.
El primer gol de Brasil
Un regalo de Unai Simón
El único que ofreció algo de peligro para Brasil en el primer tiempo fue Rodrygo en un par de combinaciones. De hecho, Rodrygo marcó en el 41 al aprovechar un error de garrafal de Unai Simón, que le entregó el balón de forma incomprensible para que Rodrygo solo tuviera que agradecer el regalo.
El Bernabéu asistió también a otros hechos insólitos. Vinícius, que se había emocionado en la víspera en la rueda de prensa hasta llorar al recordar lo que cree su lucha contra el racismo, no protagonizó ninguna de sus típicas protestas o desplantes al árbitro. Tampoco se las tuvo tiesas contra ningún contrario. Ni siquiera se le vio en medio de los dos rifirrafes que hubo en el primer tiempo y que le costaron la tarjeta a Le Normand y Laporte. Eso sí a este último le propinó un empujón por la espalda después. También estuvo Vinícius en las discusiones del final del partido, cuando cruzó impresiones con Oyarzabal, Morata y con Joselu, antes de intercambiarse la camiseta con él.
El Bernabéu aplaudió puntualmente a su jugador y luego se olvidó de él, dedicado a ovacionar las acciones de Lamine Yamal, piscinazo incluido en el penalti que provocó el primer gol , o de Dani Olmo.
La segunda parte
La irrupción de Endrick
En el intermedio Dorival Junior introdujo cuatro cambios y Brasil mejoró de entrada. Con la delantera del Madrid empató en el 49 al aprovechar Endrick un balón muerto en el área que venía de un saque de esquina para mandarlo a la red con una volea contundente.
En el 65 el entrenador brasileño optó por quitar a Vinícius, que se retiró del campo despacito y saludando a la grada, que le tributó una gran ovación.
Sin Vinícius en el campo, Brasil se dedicó a defender el 2-2 y buscó alguna contra con la velocidad de Endrick, que cumple 18 años el 21 de julio. Florentino Pérez pago por él 35 millones. Ya marcó el gol de la victoria de Brasil en Wembley el pasado sábado. Endrick demostró también tener malas pulgas. Se ganó la amarilla por una entrada a destiempo sobre Cucurulla, que se la devolvió minutos después.